Fueron 180 episodios estrenados en un lapso de nueve años, que cambiaron la comedia televisiva para siempre. Que demostraron que una serie no tenía que tratarse de algo para convertirse en un éxito, que generaron decenas de frases que aún se repiten en todo el mundo, que presentaron a cuatro protagonistas con más defectos que virtudes y los convirtieron en héroes y que, de paso, se volvieron una empresa que aún genera millones y millones.
Este sábado se cumplieron 25 años desde que se emitió en Estados Unidos el primer capítulo de Seinfeld, "la serie sobre nada", creada por Larry David y Jerry Seinfeld, un comediante que a principios de los 80 empezaba a hacerse un nombre con presentaciones en late show. David, por su parte, llevaba una carrera de poco éxito como comediante y guionista de televisión. "Para ser honesto, creo que lo que más jugó a mi favor es que desde el principio me importaba un carajo si era o no un éxito. Eso no quiere decir que no quisiera hacer un buen trabajo, pero no me iba a dejar juzgar por los estándares de una cadena televisiva, y cuando no estás preocupado por triunfar, puedes trabajar con completa libertad", dijo Larry David en una entrevista.
Lo cierto es que, 25 años después, Seinfeld es para muchos la mejor comedia que haya pasado por la pantalla chica. Además, es una de las más millonarias: sólo con las repeticiones, la sitcom ha ganado más de US$ 3 mil millones desde su salida de pantalla. De esa suma, alrededor de US$ 800 millones han ido a parar a los bolsillos de su dupla creadora. En Chile, el canal Sony emite al menos dos capítulos diarios.
Para los rankings queda también la audiencia conseguida por su último capítulo, en mayo de 1998: fue visto por 76,3 millones de personas en Estados Unidos y es el tercer final de serie más visto de la historia, sólo detrás de MASH (105,9 millones) y Cheers (84,4 millones). La cifra también ayuda a explicar por qué el canal NBC le ofreció a Seinfeld US$ 5 millones por episodio si hacía una décima temporada, a lo que el comediante se negó.
IDEAS INMORTALES
Una de las características que volvieron a la serie en el ícono televisivo que es fueron sus guiones nunca políticamente correctos y que muchas veces rayaban en el absurdo, algo que no se solía ver en el reinado de Lazos familiares, Cheers y El show de Bill Cosby, pero que después de Seinfeld empieza a aparecer cada vez más en series que, sin ser del mismo estilo, difícilmente hubieran existido en un mundo pre-Seinfeld. Arrested development, Community y 30 Rock son algunas de ellas, producciones que aprovecharon el camino abierto, que indicaba que las audiencias estaban dispuestas a aceptar un humor menos obvio y amable.
El impacto también se ve hoy en el hecho de que el 25 aniversario de la comedia esté siendo recordado por publicaciones que van mucho más allá de los medios dedicados al espectáculo. Un ejemplo: en el sitio estadounidense de Fox Sport se enumeran sus mejores momentos deportivos.
Mientras, otros recuerdan grandes instantes de la serie que entró en la cultura popular con escenas imborrables, como las entradas de Kramer al departamento de Jerry, la celebración de Festivus (una alternativa a la Navidad) y la tipificación de aquellos personajes que todo el mundo conoce, pero que gracias a la obsesión de los protagonistas de la serie, fueron bautizados: las personas que se acercan demasiado para hablar ("close talkers"), las que regalan un objeto que les llegó de regalo a ellos ("regifters"), las que hablan demasiado despacio y es difícil entenderles ("low talkers") o las que vuelven a untar la comida después de morderla ("double dippers").
Aunque los rumores de una reunión han aparecido de cuando en cuando -y hubo un reencuentro muy emotivo de todos los actores en la serie de Larry David, Curb your enthusiasm-, los protagonistas y el creador de la serie están dedicados a nuevos proyectos, con dispares resultados. Por el momento, a un cuarto de siglo de su estreno, la posibilidad de revivir Seinfeld es solo yada-yada-yada.
DESTINOS DISPARES: EN QUE ESTAN HOY
Jerry Seinfeld optó por un exitoso bajo perfil: retomó su carrera de comediante, protagonizó comerciales y también la cinta animada Bee movie. Desde 2012 tiene un programa de televisión por internet llamado Comedians in cars getting coffee, en el que pasea en un auto con algún comediante invitado.
Julia Louis-Dreyfus (Elaine) tuvo una primera serie post Seinfeld que no logró despegar, pero luego pasó a protagonizar The new adventures of old Christine, que tuvo cinco temporadas y le valió un Emmy. Ahora ya ha conseguido dos más gracias a Veep, la comedia de HBO.
Jason Alexander (George) protagonizó en 2001 la serie Bob Patterson, que sólo alcanzó a emitir cinco episodios y, después, no llegó a una segunda temporada con Listen up!
Michael Richards (Kramer) tuvo un regreso fallido a la pantalla chica, que fue seguido por una polémica por comentarios racistas. Desde 2013 que coprotagoniza una comedia de un pequeño canal de cable estadounidense con Kirstie Alley y Rhea Perlman. Aún no se sabe si tendrá una segunda temporada.