Águeda Gutiérrez, más conocida como la abuela bloguera, se ha convertido en un fenómeno mediático por la visión que da de la tercera edad sobre las nuevas tecnologías.

"El GPS, el Spotify, todo eso me encanta. Los abuelos nos tenemos que espabilar", le comenta a BBC Mundo.

En la red circula un video en el que Águeda y un grupo de amigos también octogenarios explican los diferentes tipos de usuarios de Facebook.

Por ejemplo, el pragmático que avisa en su perfil que su marido ha muerto para ahorrarse las llamadas o el usuario obsesionado que crea perfiles falsos para aumentar su lista de amigos.

El video ya ha sido visto por dos millones de personas en YouTube. A raíz de su éxito, Facebook España planea grabar un video con la anciana en el que explique las funciones de la red social.

Mientras tanto, Águeda no se acostumbra al aluvión de mensajes que le envían a su blog o a que le pidan autógrafos en la calle.

IDENTIDAD REVELADA
Su verdadero nombre es Lucía Cobo. Se trata de una trabajadora de la limpieza que decidió transformar su vida el día que se jubiló.

"Era analfabeta, nunca fui al colegio. Desde que llegué a Madrid, hace 50 años, me dediqué a limpiar oficinas. Cuando me jubilé me apunté a todos los cursos que había en el Centro Cívico de Coslada: teatro, sevillanas, informática... Les dije que no sabía leer ni escribir, pero que haría todo el esfuerzo para entender", detalla la mujer acompañada de su marido Juan.

Allí aprendería a leer, escribir y a asomarse al océano de Internet y las nuevas tecnologías. "Si hubiese tenido un GPS cuando llegué a Madrid, no lo hubiese pasado tan mal", ironiza la mujer mientras recuerda su traumático aterrizaje a la capital.

Lucía trabajaba recogiendo aceitunas cerca de su pueblo Mancha Real, en Andalucía. Nunca había salido del entorno y nunca había planeado alejarse de su núcleo familiar.

"Era la España de la posguerra, la del hambre. Llegué a Madrid sola, sin saber leer ni escribir. Cuando salía llevaba garbanzos en mi bolso para contar el número de calles, así no me perdía al regresar", detalla mientras su marido se rasca la cabeza.

"Me gusta lo del GPS. Lo puedes utilizar para ir a ver a los nietos o para comprar el pan. Aunque un día me topé con una pared y el aparato no me daba otra opción que atravesarla", sonríe el hombre.

EL SALTO A LA FAMA
Al centro cívico llegó una convocatoria para un casting televisivo que buscaba a personas mayores para que hablasen de su experiencia con las nuevas tecnologías. Lucía y sus compañeros octogenarios fueron elegidos.

"Siempre pensamos en gente joven de cuerpos esculpidos. ¿Y la gente mayor? Es un punto de vista muy interesante sobre todo en un país donde la mayoría de las personas son mayores. Crees que los abuelos no tienen ni idea de las nuevas tecnologías hasta que ves a un anciano de 84 años que ironiza sobre el Facebook", le comenta a BBC Mundo Jordi Molto, director de los videos que protagonizan Águeda y sus amigos.

Desde hace varios meses, los sketches se transmiten en programas como "Tonterías las justas" o "El Hormiguero", del canal Cuatro. Lucía Cobo se transformó en Águeda Gutiérrez.

"La acogida ha sido tremenda y para ellos ha sido como una terapia", dice Molto.

"Uno de los abuelos, Ramón, hace poco quedó viudo. Estaba deprimido hasta que comenzamos las grabaciones. Hicimos un video con él, DJ Viagra, que ha tenido más de cinco millones de visitas en YouTube".

Y es que los abuelos no sólo se han sumergido en las nuevas tecnologías, sino que para los vídeos también han montado a caballo, subido a una lancha o volado en helicóptero.

"Yo me lo paso genial. A veces pienso en mi madre o en mi abuela", apunta Lucía.

"Nunca fueron a un cine o a un teatro, toda su vida fue trabajar para sus hijos. Bueno, como yo. Admiro mucho a la gente joven que se lo pasan bien y se divierten aunque no tengan un céntimo encima. Por eso le digo a la gente mayor que si puede que se espabile", agrega.

En uno de los sketchs, una multitud de seguidores les esperaba en las playas de Torrevieja, en la costa mediterránea. Mientras corean el nombre de Águeda, ésta se cuela debajo de las piernas para escapar de sus seguidores.

"Es que eso de la fama no me va", subraya sonriente la abuela bloguera.