Los años de Assad como oftalmólogo en Londres
Durante sus años en la capital británica, entre 1992 y 1994, donde optó por esa especialidad médica, se mostró como un hombre discreto, sin aspiraciones políticas y que jamás reveló ser hijo de un dictador. Eran los tiempos en que el heredero de Damasco era otro.
Hoy él es Assad, el dictador de Siria acusado de cometer crímenes de guerra, violar las leyes internacionales, asesinar a miles de civiles y usar armas químicas para eliminar adversarios.
En Londres, hace casi 20 años, era sólo Bashar, un médico sirio de 27 años que decidió ir a vivir a la capital británica, arrendar un departamento y estudiar en el Hospital Western, especializándose en oftalmología, en la región de Paddington.
Discreto, puntual y tímido, era un joven de cuerpo delgado que mostraba en clases un aprecio especial por los computadores. Le gustaba escuchar al cantante británico Phil Collins y a la cantante estadounidense Whitney Houston, que acababa de estrenar la película El guardaespaldas.
El diario Folha de Sao Paulo visitó ese hospital, donde estudió desde 1992 a 1994, y también buscó en Londres a quienes vivieron con el entonces futuro dictador durante sus años de estudiante de Medicina.
Según sus colegas, Bashar no mencionaba su apellido, no hablaba de política ni de su familia, e incluso escondía que era hijo de Hafez Assad, entonces dictador sirio, que tomó el poder a partir de un golpe. Ya pesaba contra Hafez, por ejemplo, una masacre en Hama en 1982, en la que murieron entre 20 mil y 40 mil personas.
Bashar Assad llegó a Londres cuatro años después de estudiar Medicina en la Universidad de Damasco. Decidió especializarse en oftalmología en la capital británica y decía que volvería a Siria para trabajar como médico.
"El trabajaba mucho, era dedicado, competente. Era un alumno con un buen promedio", dijo el médico y científico John Hardy, que fue su tutor en un curso en Londres.
Algunos accedieron a hablar públicamente, como el profesor John Hardy; otros conversaron con el diario pero pidieron reserva de su identidad. Argumentaron cierto temor en aparecer en un momento en que el gobierno de Reino Unido considera que el dictador sirio es un enemigo que debe ser abatido.
De las conversaciones se desprendieron dos cosas en común: él nunca contó de quién era hijo durante su período en Londres y que Assad ahora asusta a quienes lo conocieron en esos años.
Después de todo, ¿cómo aquel hombre educado, reservado, dedicado a la medicina, se transformó en un dictador capaz de masacrar civiles, como señala Naciones Unidas, y al mismo tiempo usar armas químicas, como acusa Estados Unidos?
"Yo fui su tutor de un grupo de bioquímica en el hospital durante dos años. Eran dos horas cada dos semanas y yo no sabía que era hijo del Presidente Hafez Assad", dijo Hardy. "El no hablaba sobre eso, era modesto, no tenía intención de ser presidente", añadió.
Sus compañeros lo recuerdan por su dedicación en las cirugías de emergencia para la incisión y el drenaje de los quistes en los párpados. Aseguran que tenía potencial para ser un cirujano de primera línea.
En los pasillos del hospital, Folha se encontró con el enfermero Michael Kodzo, que ganó fama entre los funcionarios por haber sido compañero del hoy dictador sirio hace 20 años. El también lo describió como un hombre "reservado" y que no daba señales de estar vinculado con la dictadura siria. Aseguró: "El era mi amigo".
La enfermera que se preocupa de los exámenes preliminares de los pacientes interrumpió después la conversación. Alegó que no se podía dar entrevistas sin el consentimiento del hospital. Demostró tener miedo del dictador.
"El (Assad) es presidente, hombre poderoso, y necesito el trabajo. Y definitivamente me puede matar", dijo Kodzo. Cuando fue contactado, la junta directiva del hospital, sin justificación, no le dio la autorización.
La última vez que Kodzo se encontró con Assad fue hace poco más de 10 años, en diciembre de 2002, cuando el sirio visitó Londres por invitación del gobierno de Reino Unido.
Esa vez, el presidente tuvo la oportunidad de visitar el hospital donde había estudiado. Así lo reconoce el doctor Philip Bloom, un prestigioso oftalmólogo británico que ahora evita hablar de su antiguo colega.
El dictador fue recibido en Downing Street por el entonces primer ministro británico, Tony Blair. Fue entonces cuando el profesor John Hardy se dio cuenta de que le había dado clases.
"Lo descubrí un día al verlo en televisión con Tony Blair, diciendo que la invasión de Irak era una mala idea, con consecuencias impredecibles", dijo. Assad visitó a la reina Isabel II en ocasiones, convirtiéndose en el primer presidente sirio en tener una audiencia con ella.
En el período de estudio en Londres, conoció también a la hermosa ciudadana británica, entonces de 18 años, Asma Fawaz Al Akhras, hija de un prestigioso cardiólogo sirio establecido en Londres. Con ella, Assad se casaría en el 2000 y tendría tres hijos.
En el guión ideado por su padre, él nunca lo habría sucedido en el liderazgo político de Siria. La oficina estaba reservada a Basel, su hermano mayor, considerado como el sucesor natural del dictador Hafez.
Bashar Assad no tenía mucho apego a la política cuando vivía en Londres. Elogió en algunas ocasiones a la conservadora Margaret Thatcher, quien renunció como primera ministra británica en noviembre de 1990.
Pero en 1994, el hermano de Bashar murió en un accidente automovilístico, en su camino al aeropuerto de Damasco. Aún en Londres, fue convocado rápidamente para volver a Siria. Tenía que prepararse para ser realmente el heredero político de la familia y del régimen, algo que no quería.
Al dejar Reino Unido, dijo a sus más cercanos que había perdido a un hermano en un accidente y tenía que volver a su casa y ayudar a la familia.
Bashar Assad llegó a Damasco y comenzó a trazar el camino para reemplazar algún día a su padre. Pronto entró en la Academia Militar de Homs, se convirtió en coronel y brazo derecho de Hafez Assad. En junio del 2000, un ataque al corazón mató al entonces dictador sirio, 30 años después del golpe de Estado con el que había llegado al poder.
Su reemplazante debía tener al menos 40 años, de acuerdo con las normas de la época. Bashar Assad aún tenía 34. Sin embargo, rápidamente resolvió ese "detalle".
En pocos días, el Parlamento sirio modificó la ley y Assad fue declarado líder del Partido Baas, dominado por los alauitas, rama islámica del chiismo, a la que pertenece la familia del dictador y que representa el 12% de la población siria. Elegido presidente, Assad asumió el control del país en julio de ese año. Y nunca se fue.
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