Los años de Pierre Dubois en la población La Victoria

Llegó en 1983 a la parroquia Nuestra Señora de La Victoria y trabajó a favor de los pobladores durante los años más duros del régimen militar. Hoy los pobladores a quienes ayudó lo despiden.




A las 07.00 horas de hoy falleció en la población La Victoria el padre Pierre Dubois, sacerdote diocesano que se hizo conocido por trabajar junto a los pobladores en la parroquia Nuestra Señora de La Victoria durante los años más duros del régimen militar.

El sacerdote francés nació en 1931, y en 1983 llegó a realizar su labor pastoral en La Victoria, aunque también tuvo destinaciones en la población José María Caro y en el Sagrado Corazón de Jesús de Lo Espejo.

Los momentos más duros los vivió en 1984 cuando falleció el padre André Jarlán en La Victoria, producto de una bala que entró a su dormitorio mientras leía la biblia. Una de las imágenes más recordadas del sacerdote es de cuando se interpuso entre Fuerzas Especiales de Carabineros y los pobladores en una de las tantas protestas en la población.

En 1986 tuvo que enfrentar el exilio. En Suiza comenzó a trabajar en la creación de comités de exiliados, logrando levantar 21 comunidades en tres países. Del exilio regresó en 1990, y se le prohibió vivir en La Victoria, siendo trasladado al hogar de sacerdotes de la comuna de Lo Espejo.

En 2001 el Senado le otorgó la nacionalidad por gracia, lo que no estuvo exento de polémica ya que se le había negado anteriormente debido a los votos en contra de los senadores de derecha.

Pierre Dubois sufría de parkinson, y en 2009 estuvo internado de gravedad en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Finalmente, falleció esta mañana a los 80 años producto de un paro cardiorrespiratorio. Su cuerpo será velado en La Victoria, y su funeral se realizará el próximo lunes, mientras se espera que llegue su familia desde Francia.

"Siempre fue un testigo del Evangelio y de fidelidad a la Iglesia, especialmente para la clase obrera", dijo el Padre Gerardo Ouisse, párroco de La Legua y amigo de Dubois al enterarse de su muerte.

En tanto, el padre Fernando Montes, quien estuvo con él durante el último tiempo dijo que la enfermedad lo tenía muy afectado. "El último tiempo fue muy duro en el sentido de que era un hombre aniquilado por el parkinson, no podia enderezarse. Era un hombre que tenía las ideas claras, pero destruido físicamente".

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