Una bandera chilena y una cubana son parte de los adornos que la familia de José Izquierdo y Yamilka Morejón exhiben en el living de la casa, que arriendan en la comuna de Maipú. Poco más de dos años han pasado desde que pisaran por primera vez suelo chileno, junto a tres niños y los padres de Morejón, tras una dura experiencia.
Izquierdo llevaba siete años en la cárcel, en Cuba. Su delito, recita el hombre de 47 años, "fue atentar contra la seguridad y estabilidad de la nación". Cuenta que escribir artículos periodísticos y haberse sumado al Proyecto Varela, que reunía firmas para hacer cambios en la Constitución, terminaron en una condena a 16 años de cárcel.
En un proceso de liberación, realizado en 2010, se le permitió dejar la cárcel, a cambio de partir del país. Gestiones del gobierno chileno, entre las que participó el senador Patricio Walker, le permitieron continuar su vida en Chile.
El primer año en el país, recuerda, fue un shock. "Cuando uno llega de la patria, en las condiciones que salimos nosotros, desterrados, sientes la nostalgia de la tierra, de la familia. Todavía se siente... pero uno se adapta y ya estamos mezclados en la sociedad chilena".
Añade que, "además, fue llegar a un país nuevo tras siete años y medio encerrado y encontrarte libre, con espacios de libertad democrática. Por ejemplo, que puedas comer lo que quieras, te choca".
José Izquierdo y su familia dicen estar agradecidos por la oportunidad de rehacer sus vidas. La pareja trabaja en una empresa de logística (en el área de bodegaje) e incluso tuvieron un restaurante en Maipú, pero, problemas para renovar las patentes, terminaron cerrando el negocio.
Los chilenismos ya son parte del lenguaje natural de esta familia, e Izquierdo incluso piensa en conseguir la nacionalidad: "Si mañana hay un cambio en Cuba, vamos a regresar, pero ya nos sentimos como parte de este pueblo".
"Yo rezo todos los días cuatro Padre Nuestro y cinco Ave María porque se desmorone el comunismo en Cuba, pero si paso los cinco años que vienen aquí, voy a hacerme ciudadano chileno", recalca.
La visita del presidente cubano Raúl Castro a Chile, en el marco de la cumbre Celac-UE, no es bien vista por José Izquierdo, quien, junto a un grupo de cubanos, prepara una manifestación para las 13.00 de hoy, en el Parque Bustamante.
"Tenemos derecho de ir a manifestarnos en un país libre y democrático. No queremos empañar una cumbre, solamente ir a reclamar nuestros espacios de libertad y que sepa que ese señor no es bienvenido para nosotros. Ojalá Chile mire hacia Cuba y la miseria que se vive. La visita de Castro nos choca", reclama.
En agosto de 2010, la familia de José Izquierdo llegó a Chile, tras una primera parada en España. Una de las dificultades que ya han asumido, dicen en la familia, son las bajas temperaturas en invierno.
Otro aspecto complejo de incorporar en sus primeros meses en el país fue la operación del sistema de salud en Chile (isapres y Fonasa), además del funcionamiento de las AFP.
Yamilka Morejón cuenta que lo más difícil de afrontar han sido los sismos."Todavía, cuando tiembla un poquito, me da fatiga y me duele el pecho", asegura.
En su dieta cotidiana han debido olvidarse de frutas tropicales, como la guayaba, pero lo que ha sido un cambio radical, cuentan, es el comer carne de vacuno.
"En Cuba está prohibido. Si matas a un animal, son penas de hasta 20 años de cárcel", sostiene Morejón.
Para el futuro, la familia tiene dos planes en carpeta.
"Nos hace falta un auto, nos vamos a imponer ese reto, acceder a un crédito. Y también queremos traer a nuestra familia de visita, para que sea ver a mi madre y a mi hermana", dice José Izquierdo, quien en estos años se ha impuesto la tarea de no pisar la embajada de su país.
"No pienso hacerlo (...). Cuando tenga ciudadanía chilena voy a sacar pasaporte", recalca.