Seis sociedades de inversión crearon el pasado 12 de mayo los herederos del conglomerado forjado durante seis décadas por el empresario italiano Anacleto Angelini. Sus sobrinos, Roberto y Patricia Angelini Rossi, constituyeron vehículos para manejar el patrimonio legado por su tío e incluir en esta tarea a la tercera generación en un proceso de sucesión que, reconocen en el conglomerado, requiere planificación, especialmente porque varios de sus miembros han optado por un camino propio que poco tiene que ver con el corazón de los negocios del grupo.

En el caso del presidente de AntarChile y Copec, éste formó tres sociedades -Golfo Blanco, Rojo y Verde- junto a sus hijos:  Daniela, licenciada en literatura inglesa; Maurizio, arquitecto y socio de 57 Studio; Claudio, ingeniero civil industrial de la U. Diego Portales, que hoy trabaja en Empresas Copec, y el menor, estudiante de Ingeniería Comercial en la UC. Por su parte, Patricia Angelini conformó junto a sus hijos Inversiones Senda Blanca, Roja y Verde. Ahí están Franco Mellafe, hoy subgerente de administración de la planta Valdivia de Celulosa Arauco, y sus dos hijos menores, estudiantes universitarios.

Aunque muchos aún estudian y otros están dedicados a actividades personales, en el grupo esperan que esta nueva generación se integre al grupo para en el futuro tomar las riendas. Algunos miembros de esta tercera generación ya han ingresado a los negocios de la familia Angelini. Tras egresar de Ingenería Comercial en la U. Gabriela Mistral, Franco Mellafe hizo su práctica en Sigma, luego trabajó en Copec Combustible y, tras hacer un MBA en Babson College, se integró a Arauco. Un camino análogo está haciendo Claudio Angelini, tercero de los hijos de Roberto Angelini. Hizo su práctica y tesis en Copec el año pasado y se incorporó al departamento de estudios, encargándose del área energética, sector estratégico donde, además de aumentar sus inversiones en Chile, con Guacolda y el carbón de Isla Riesco, el grupo ha pensando en la internacionalización apostando a Uruguay.

De quien se espera una participación mayor es de Maurizio Angelini, que hasta ahora ha seguido una senda profesional autónoma. Este reconocido arquitecto de 32 años es socio de 57 Studio -participó en la última Bienal de Arquitectura de Chile y en la Biennale di Venezia- y tomó el cupo que dejó Anacleto Angelini en el directorio de Inversiones Angelini, matriz de los negocios del grupo. Un ex colaborador de "don Cleto" señala que "es brillante y está plenamente capacitado para tomar decisiones".


ALGO MAS
Las seis sociedades creadas en mayo tienen por objetivo invertir en inmuebles como en acciones de sociedades anónimas, derechos en otras empresas, bonos y otros instrumentos. Mediante ellas las familias podrán también ingresar a la propiedad de otras sociedades o formarlas, según consigna su escritura de constitución. La estructura de todas es muy similar, en especial en un punto crucial para la preservación de la unidad del grupo Angelini. Si se quiere, por ejemplo, vender un activo estratégico, en los que la sociedad tenga un 10% o más, "será necesario el voto conforme" de todos los directores.

¿Para qué hacer estas sociedades? Por un lado, dicen en el grupo, para administrar el mayor patrimonio que tiene la tercera generación tras la muerte del patriarca, Anacleto Angelini. "No es que quieran hacer un family office o sacar su dinero para hacer otros negocios, sino administrar mejor un patrimonio que hoy es mayor que el que tenían hace tres años", señala un conocedor de este proceso. El segundo objetivo es más intangible: preservar la unidad del grupo. En el conglomerado aseguran que estas cuatro sociedades de inversión no estarán por sobre la estructura actual, creada y legada por Anacleto Angelini, sino que es sólo para manejar el patrimonio personal de cada cual. Para administrar sus negocios, "don Cleto" ideó una matriz llamada Inversiones Topocalma en 1978, que en 2002 transformó en Inversiones Angelini y en donde están, como socios, su familia (su esposa María Noseda y sus sobrinos Roberto y Patricia) y miembros de su "círculo de hierro", como José Tomás Guzmán, además de sus socios panameños representados por Arnaldo Gorziglia. Antes de morir incluyó a quien fuera su brazo derecho en Arauco, el ex gerente general Alejandro Pérez, que tiene el 0,5% de esa sociedad. La entidad es la accionista de AntarChile y Siemel y, a través de éstas, de los principales activos del grupo: Copec, Arauco y las pesqueras Eperva y Corpesca.

El tercero objetivo es que, poco a poco, la tercera generación Angelini se involucre en el negocio, ya que las cuatro nuevas sociedades velarán por las participaciones accionarias que cada uno de los sobrinos nietos tienen, como personas naturales, en empresas como Copec.