Como "un primer paso muy importante para que Bolivia vuelva al mar con soberanía" calificó ayer el Presidente de ese país, Evo Morales, la decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) de declararse competente respecto de la demanda interpuesta por La Paz, la cual busca que Chile se vea obligado a negociar una salida soberana al mar para Bolivia. Pero luego de ese primer paso, el camino hasta que la corte emita un dictamen final sobre la demanda aún es largo, y el proceso puede durar dos o tres años. El paso siguiente es que el tribunal comience a revisar los argumentos de fondo. Ante esto, Chile podría enfrentar diversos escenarios, como abandonar el proceso, acatar un fallo en su contra o celebrar una victoria.

¿Puede Chile apelar al fallo o abandonar el proceso?

La decisión de la corte de declararse competente respecto de la demanda de Bolivia es inapelable. Así queda establecido en la resolución emitida por el tribunal durante la jornada de ayer.

Sin embargo, tras conocer el fallo, el presidente de la UDI y vocero de la oposición, Hernán Larraín, planteó en La Moneda que "es momento de revisar la estrategia jurídica y no descartar ninguna opción. Este fallo es incoherente, porque la corte se declara competente pero al mismo tiempo dice que no puede pronunciarse sobre el tratado de 1904. Entonces, ¿qué sentido tiene para Chile seguir en el proceso?".

Así, surge la interrogante: ¿podría Chile abandonar este proceso? Técnicamente, sí. Esto, amparándose en el artículo 53 del estatuto de la CIJ. "El estatuto faculta a las partes demandadas para no comparecer al proceso. Por lo tanto, si un país demandado estima que el juicio carece de fundamentos o que la demanda no tiene una base jurídica sólida, puede decir a la corte que no va al proceso. Este es un artículo que se ha usado antes, y que ha provocado el retiro de la demanda de varios demandantes. Hay jurisprudencia en la corte de que este artículo se ha aplicado", explica el analista internacional José Rodríguez Elizondo, quien agrega que "según la corte, se puede ejercer esa facultad de no comparecer en cualquier momento del proceso". Sin embargo, esta estrategia tiene riesgos: si la corte decide seguir con el juicio, lo hace sólo con la parte demandante.

Aunque Rodríguez Elizondo planteó que esta estrategia podría haber sido utilizada en un comienzo, afirma que a estas alturas del libelo ya no es tan conveniente. "Al principio hubiera tenido más fuerza que ahora. Hoy no causaría el mismo impacto", afirma.

¿Es válida la opción de abandonar el Pacto de Bogotá?

El fallo de ayer también reabrió el debate entre algunos parlamentarios, quienes durante las últimas semanas han llamado a que Chile estudie la posibilidad de abandonar el Pacto de Bogotá, el cual le otorga jurisdicción a la Corte de La Haya.

Incluso, en febrero de 2014, a pocos días de terminar su gobierno, el ex presidente Sebastián Piñera afirmó públicamente que "Chile tendrá que evaluar si se mantiene o se retira (del Pacto) y lo estamos estudiando", y agregó que ese "es un tema que hemos conversado con la Presidenta electa Michelle Bachelet".

Sin embargo, la opción de Chile de renunciar hoy al Pacto de Bogotá -llamado también Tratado Americano de Soluciones Pacíficas- no tendría ningún efecto práctico en el libelo con Bolivia. La razón: este proceso ya se encuentra en tramitación, por lo que de todos modos tendría que seguir su curso. Además, por normativa, la renuncia sólo tendría efecto un año después de su concreción, periodo en el cual Chile podría enfrentar nuevas demandas por parte de otros países.

Uno de los factores que juegan en contra de renunciar al Pacto de Bogotá es el daño que se podría ocasionar a la imagen de Chile en el exterior. Aunque diversos analistas coinciden en que el efecto en la imagen del país dependería de las razones que se presenten, y no por el solo hecho de renunciar. Y que, además de la CIJ, existen otras instancias para solucionar problemas internacionales, como los arbitrajes.

¿Qué implicancias tendría un fallo final a favor de Bolivia?

En el escenario hipotético de que, una vez finalizado todo el proceso, la corte decida acoger la demanda de Bolivia, el resultado sería que Chile deberá negociar con ese país un acceso soberano al mar. "Nada más que eso", explica el abogado y miembro del comité asesor del equipo chileno ante La Haya, Andrés Jana. "La corte ha dicho que lo que debe resolver es si existe o no una obligación de negociar acceso soberano por parte de Chile, y luego si esa obligación se ha infringido o no. Eso es todo lo que la corte podría determinar, dentro de la competencia que ella misma se ha fijado. Todo lo que tiene que ver con algún resultado predeterminado o con una eventual cesión de soberanía queda excluido. Considerando esto, en el mejor de los escenarios para Bolivia, un fallo a su favor sólo pondría a Chile en la posición de 'negociar de buena fe'. Nada más".

Así, a juicio de Jana, Chile está "ante un nuevo escenario, sin riesgos, porque lo que hizo la corte fue 'recaracterizar' la demanda boliviana. La ha transformado desde una demanda que pretendía un resultado determinado, a una demanda que se limita únicamente, en el mejor de los casos para Bolivia, a una mera obligación de Chile de negociar".

¿Podría la corte establecer alguna característica específica o fijar algún requisito obligatorio para esa negociación, como un arbitraje de carácter vinculante? A juicio de la abogada y asesora del equipo chileno, Astrid Espaliat, el tribunal no tendría las competencias para aquello: "La corte no tiene poder para hacer eso, ya que no tiene competencias para ejecutar sus fallos o para obligar a las partes a aplicar su fallo. En el caso que estableciera que Chile debe negociar, ahí termina su intervención".

¿Qué pasa si la corte rechaza la demanda de Bolivia?

El escenario más favorable para Chile se daría si finalmente la corte decidiera rechazar la demanda boliviana. "En ese caso Chile ni siquiera estaría obligado a conversar con Bolivia o de negociar sobre el tema, y por lo tanto tampoco existiría esta carga de negociación para Chile. Si se da este caso, Chile tendría que decidir de algún modo de qué manera aborda este tema con Bolivia, si es que decide hacerlo", afirma Jana.

Con todo, ante este escenario, Bolivia ha advertido que adoptaría otros caminos para continuar con sus aspiraciones marítimas. El domingo pasado, al ser consultado sobre las alternativas que se abrirían para Bolivia en el caso de que la corte decidiera declararse incompetente, Evo Morales afirmó que "estamos preparados". "Si La Haya lo rechaza tenemos otros mecanismos. Nosotros proponemos un diálogo con el Papa Francisco como garante", agregó. En esa misma línea, Morales planteó en mayo que "si en esta primera demanda no fuera bien, ni se imaginan ustedes que tenemos planes mucho más interesantes que esta primera etapa de batalla legal en la comunidad internacional".

Aunque evitó pronunciarse sobre la opción de retomar relaciones diplomáticas, ayer Morales llamó a Chile a "acompañar este proceso con un diálogo".

¿Podría Chile retomar las conversaciones hoy?

¿Existe la posibilidad de que Chile pueda retomar las conversaciones con Bolivia de forma paralela al proceso ante La Haya? 2Con sus declaraciones, Morales abre la posibilidad hipotética de que, sin perjuicio de que se esté desarrollando el proceso, Chile y Bolivia tengan un diálogo, lo cual podría ser una especie de negociación al margen del proceso", afirma el analista José Rodríguez Elizondo.

Ante esta eventualidad -agrega el abogado- "se produciría una situación curiosa: que antes de que la corte se pronuncie, las dos partes se pusieran de acuerdo en negociar". Frente a este escenario, indica que podría existir la posibilidad de que el tribunal defina que, considerando que se produjo lo que la demanda boliviana pretendía, se suspenda el proceso.