Los cinco momentos que marcaron el último debate presidencial

Fue uno de los instantes tensos de las casi tres horas de encuentro, con un peak de 50 puntos de rating: Marco Enríquez-Ominami no dudó en interpelar a Alejandro Guillier por una frase desafortunada presuntamente escrita en un Whatsapp por el diputado radical Fernando Meza. "Su padre a quien conocí, si estuviera vivo, le metería un tiro por traidor", fue el poco feliz comentario, ante el que ME-O exigió al senador que definiera su repudio y medidas, como separarlo de su campaña. Guillier no quiso contestar y se mostró molesto por la intervención del líder del PRO; después, su jefe de campaña, Osvaldo Correa, aseguró que el comando no compartía los dichos.

Uno imaginaría que Sebastián Piñera está en las antípodas ideológicas de Eduardo Artés. Sin embargo, ambos protagonizaron uno de los momentos más curiosos del debate, que se extendió a lo largo del encuentro. Todo partió con el ex presidente atribuyendo la frase "Miente, miente, que algo queda" a Lenin. Algo que fue refutado por el abanderado de Unión Patriótica, quien explicó que, en su conocimiento, ese concepto se vincula con Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda del régimen nazi. Piñera recogió el guante: en uno de sus siguientes turnos, dijo que "con la ayuda de Google" había revisado y confirmaba que la frase exacta no se le atribuía al dirigente ruso. "Gracias, Eduardo", cerró Piñera.

Se sabe que el conductor de Tele13 tiene respuestas para muchas cosas, pero el intercambio con José Antonio Kast lo ruborizó. "Usted es el candidato, no yo", le contestó cuando el abanderado ocupaba el rol de interrogador para saber qué método anticonceptivo utilizaba con su esposa. El motivo: Ulloa le había preguntado sobre cuál era su postura en cuanto a enseñar dichos métodos, y qué privilegiaría. Con todo, y aunque Kast defendió ampliamente el uso del método natural, señaló que de igual manera enseñaría a los jóvenes cómo usar condones en las clases de educación sexual.

El siempre flemático diputado había mostrado su molestia por el formato del debate presidencial, y se dio una licencia interpelando a Guillier por el tema de la Araucanía. Y cuando Guillier usó su derecho a réplica, Kast se salió del libreto y comenzó a contestarle al aire, enrostrándole que no le había pedido disculpas por decirle que tenía que ir al psiquiátrico. Durante cerca de 15 segundos, ambos hablaron, uno sobre otro, ante la atenta mirada de Sebastián Piñera, que estaba físicamente al medio de los dos y que, cuando los ánimos se calmaron, dijo que "es muy poco digno acusarse de narcotraficante o de terrorista o de loco".

La presidenta Michelle Bachelet fue mencionada en diversas ocasiones, aunque su figura no fue el centro del debate. Pero el momento más particular fue cuando Eduardo Artés la acusó de ser de derecha, recordando su paso por Nueva York para estar al frente de ONU Mujer: "Bachelet es una representante del imperialismo", dijo el postulante a La Moneda, asegurando que la mandataria fue "regaloneada" por dichos intereses.