Los combates entre el Ejército iraquí y los islamistas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) llegaron a sólo 60 kilómetros de la capital, Bagdad, dejando decenas de muertos, mientras los militares recuperaron el control de Tikrit, en el centro del país.
La web Al Sumaria News informó de combates en Bakuba, a 60 kilómetros de la capital, y en otros lugares de la provincia de Diyala en los que murieron al menos 50 personas. Sin embargo, los combatientes del ISIS se retiraron después, informó citando a las fuerzas de la seguridad.
"El resto de las tropas del ISIS dejaron atrás a sus muertos y huyeron en dirección a Saladino", controlada por el ISIS, informó un funcionario de las fuerzas de seguridad. Con el ejército regular hicieron frente común "miles de combatientes de clanes" en Bakuba.
Poco antes, el Ejército había anunciado en la televisión estatal la recuperación del control total de Tikrit, que el miércoles había caído en manos de los yihadistas. Según la web Al Sumaria News, los militares recuperaron el control "tras violentos combates" y destruyeron más de 60 vehículos del ISIS, en cooperación con las fuerzas de la policía.
En su intento por avanzar hasta la capital, los islamistas anunciaron por su parte que lograron entrar en Samarra, a 130 kilómetros de Bagdad, aunque la información no ha podido verificarse. Su portavoz Abu Mohamed al Adnani llamó a los combatientes a avanzar sobre Bagdad y atacar las ciudades de mayoría chiita de Nayaf y Kerbala.
"Marchen sobre Bagdad (...) donde tenemos una deuda que saldar", dijo en un mensaje de audio. "No cedan ni un milímetro de los que han liberado si no es por encima de sus cadáveres".
Tras tomar Mosul -la segunda ciudad más grande de Irak- en la madrugada del lunes al martes, los milicianos continuaron el miércoles su avance hacia la capital y se hicieron provisionalmente con Tikrit, a 175 kilómetros de Bagdad, y Biyi, a 200 kilómetros, aunque fueron después expulsados por el Ejército. Los islamistas ya controlan amplios territorios en las regiones de Nínive, Al Anbar y Saladino.
Ante la gravedad de la situación, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, llamó a Parlamento a decretar el estado de emergencia. La cámara debía reunirse hoy, pero numerosos diputados se ausentaron y el debate fue aplazado al no alcanzarse el quórum mínimo para constituir un pleno capaz de tomar decisiones.
Muchos diputados iraquíes sin embargo se niegan a declarar el estado de emergencia, que ampliaría las competencias del chiita jefe de gobierno iraquí, controvertido por su estilo autoritario de gobierno.
Al Maliki pidió apoyo aéreo al gobierno estadounidense con aviones no tripulados, informaron funcionarios estadounidenses el miércoles a la emisora NBC News. La cadena de televisión CNN señaló que Estados Unidos considera la situación muy grave y está considerando qué ayuda prestar, pero según "The New York Times" hasta ahora se descartaría la intervención de drones. Estados Unidos prometió "ayuda adicional en la lucha contra la amenaza", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jena Psaki, sin especificar de qué tipo.
Por otro lado, dos días después de su secuestro en el norte de Irak, el ISIS puso en libertad a los 31 camioneros turcos que se encontraban en su poder, informaron hoy medios turcos. Los conductores habían sido secuestrados el martes cuando se encontraban cubriendo el recorrido ente Iskenderun, en el sur de Turquía, y el norte de Irak, para suministrar combustible diesel. Por el momento no hay confirmación oficial por parte del gobierno turco.
Casi 50 miembros del personal diplomático del consulado turco en Mosul siguen retenidos por los insurgentes.
Según la televisión kurda, el ISIS se hizo con 500.000 millones de dinares iraquíes (318 millones de euros) del banco central en Mosul, tras conquistar la ciudad el martes, lo que hizo que medio millón de personas huyeran en pocas horas del control de los extremistas. De confirmarse el botín, ISIS se convertiría en la organización terrorista más rica, por delante de Al Qaeda, cuyos activos son calculados entre 50 y 280 millones de euros.
Mientras, la organización de derechos humanos Human Rights Watch acusó a ISIS de perpetrar ataques con bomba en zonas residenciales, ejecuciones masivas, torturas, discriminación de mujeres y destrucción de propiedad de iglesias.
Algunos serían crímenes contra la humanidad, señaló la organización. "Es muy preocupante la perspectiva de que el ISIS pueda repetir las atrocidades que ya ha cometido en otras partes de Irak y dictar las mismas normas vergonzosas e intolerables", dijo el vicedirector de la organización responsable de Cercano Oriente, Nadim Houry que apeló al gobierno iraquí a hacer todo lo posible para proteger a los civiles en la lucha contra los yihadistas.
El ISIS es uno de los grupos islamistas más radicales de Cercano Oriente. Lucha por la creación de un gran estado sunita que abarque desde el Mediterráneo hasta Irán.