Valdés asumió como ministro de Hacienda el 11 de mayo de 2015 con la misión de recuperar las confianzas con el sector privado - las que habían quedado dañadas por el debate de la reforma tributaria impulsada por su antecesor, Alberto Arenas - ordernar las cuentas públicas y liderar al equipo económico para recuperar la capacidad de crecimiento de la economía.
El perfil técnico del economista PPD, que hasta ese momento se desempeñaba como presidente ejecutivo de BancoEstado, fue muy valorado sobre todo contrastado con la dificultades que había encontrado Arenas para establecer consensos.
Sin embargo, ninguna de la tareas que tenía Valdés le resultó sencilla de resolver, sobre todo en los últimos meses, en que se involucró en diversos debates públicos, recibiendo tanto fuego amigo como enemigo.
Los mayores problemas del ministro de Hacienda comenzaron con un duro golpe proveniente de la propia coalición de gobierno.
El 8 de noviembre del año pasado la Cámara de Diputados rechazó el proyecto de reajuste de remuneraciones del sector público, que proponía un incremento de 3,2%. En la instancia, Valdés rechazó la posibilidad de renunciar al cargo, mientras contara "con las confianza de la Presidenta". Si bien logró aprobar el reajuste el 16 de noviembre, Valdés recibió insultos de parte de la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, donde lo más moderado que le espetó es que se había "entregado al empresariado".
Luego vendría su disputa pública con la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, en medio del debate respecto a cual de las dos carteras debería liderar la elaboración del proyecto de pensiones. "La ministra del Trabajo de manera imprudente comunicó públicamente hoy la visión que tenemos sobre el 5%", fue la crítica directa de Valdés a Krauss, cuando ésta manifestó que no habría "ningún peso más a las AFP" en la propuesta de incrementar la cotización con cargo al empleador. Ello en momentos en que el gobierno se encontraba en plenas negociaciones con los parlamentarios para consensuar los lineamientos de la iniciativa.
Pero los conflictos con la cartera de Trabajo no fueron algo reciente ya que el ministro también tuvo desencuentros con Ximena Rincón cuando ésta era la titular de la cartera.
El 25 de abril de 2016 la Universidad de Chile informaba que el desempleo en Santiago llegaba a 9,4% y la entonces titular del Trabajo, Ximena Rincón, sostuvo que el ajuste fiscal anunciado a fines de febrero podría haber impactado en esa cifra. "Ese argumento es completamente equivocado, no hay ninguna base para sostener eso", recriminó Valdés inmediatamente. En tanto, en la discusión de la reforma laboral fueron evidentes las diferencias entre ambos, en la que Valdés finalmente salió favorecido por la Presidenta Bachelet. Ya fuera del gabinete, Rincón reconoció que una de las razones de su salida fue la tensión con el ministro, y después apoyó a la ministra Krauss tras una nueva polémica. "Valdés debe entender que los ministros son sus pares, no sus subalternos", lanzó.
En todos estos episodios la Presidenta nunca le quitó su respaldo a Valdés pero ahora la situación fue diferente. La votación del Comité de Ministros que terminó con el rechazo del proyecto minero Dominga, el que fue desechado por 3 votos (Medio Ambiente, Salud y Agricultura) contra 2 (Energía y Minería) y una abstención, de parte del ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, que acusó falta de tiempo para analizar nuevos antecedentes sobre el proyecto, abrió un conflicto entre los titulares de Economía, Luis Felipe Céspedes, y Medio Ambiente, Marcelo Mena.
La semana pasada el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, entregó su respaldo a Céspedes al calificar de apresurada la decisión de rechazar Dominga, lo que le valió las críticas del subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy.
El lunes Valdés salió a respaldar a Céspedes y Micco e indicó que "algunos no tienen el crecimiento dentro de sus prioridades". La situación motivó la intervención de Bachelet quien el martes en una actividad pública y posteriormente a través de su cuenta en twitter rebatiera a Valdés al indicar que "necesitamos que la economía crezca, pero necesitamos que el crecimiento vaya de la mano del cuidado del medio ambiente".
Con estas palabras comenzaba a sellarse la salida del ministro, quien además debió lidiar con la desaceleración económica, la caída en el precio del cobre y el consecuente escenario de estrechez fiscal.
TRAYECTORIA
En marzo de 2014, el nombre de Rodrigo Valdés, entonces economista jefe para la Región Andina de BTG Pactual, asomaba entre los probables candidatos para encabezar el Ministerio de Hacienda en el segundo período presidencial de Michelle Bachelet. Pero el economista de la Universidad de Chile y PhD. del MIT recalaría en definitiva en la presidencia de BancoEstado.
Valdés tiene una amplia trayectoria en el sector privado y público. Entre el 2009 y el 2012, trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI), en Washington DC. Fue subdirector del Departamento Europeo, a cargo del trabajo del FMI en varios países y del departamento de las Américas, donde también fue Jefe de Misión para Estados Unidos.
Anteriormente, en 2008 y 2009, fue economista jefe para América Latina del Banco Barclays Capital Inc. en Nueva York, con foco en Chile, Brasil y México. Entre 2002 y 2007 fue gerente de la División de Estudios y economista jefe del Banco Central de Chile. También se desempeñó en esa institución como economista senior de la gerencia de investigación económica entre 1996 y 1999.
Fue coordinador de política económica en el Ministerio de Hacienda de Chile desde el 2000 al 2002 y secretario del comité económico de ministros. En ese período, también fue director de Essbio. Ha sido consultor del FMI, del Banco Interamericano de Desarrollo, ha dictado clases en las Universidades de Chile y de Santiago, y tiene una larga lista de publicaciones académicas y de política económica.