Faltaban segundos para el pitazo final, pero el 30-15 que exhibía el marcador en favor de Chile se reflejaba alegremente en los rostros de Los Cóndores. En el último tiempo pocas han sido las victorias chilenas frente a Uruguay, lo que justificó incluso las lágrimas de algunos emocionados ayer en el CARR.
El afán de revancha nacional en el clásico del rugby sudamericano fue latente, como en cada duelo contra los orientales. Los Condores llegaron a la última fecha del Sudamericano con las ganas que tiene el que no es favorito, sabiendo que frente a los charrúas podría escribirse una hazaña.
Atrás quedó el amargo 2014, en el que fueron últimos de este mismo torneo y cayeron frente a este mismo Uruguay por 55-13. Ayer, los dirigidos de Paul Healy cerraron su participación como pocos pensaron: clasificados a la Consur Cup del próximo año y alzándose como campeones del cuadrangular.
En el duelo, se mostraron aplicados en las fases defensivas y, pese a comenzar cayendo por un tempranero try de Joaquín Prada (sin conversión), pronto supieron remontar. Los tackles estuvieron siempre que se necesitaron, frenando a la perfección los avances que los charrúas proponían. Los rucks fueron otro punto alto, donde robaron balones enemigos durante todo el encuentro y supieron mantenerlo en la ofensiva propia.
Fue en las jugadas fijas donde flaqueó Chile. El scrum se vio vulnerado, culpa en parte de la mayor envergadura física rival. El line también estuvo al debe, aunque no fue decisivo.
A los Teros se les vio un juego trabado, complicado en gran parte por la defensa chilena. Pero el egoísmo también mermó sus líneas. Los celestes tenían muy en cuenta que el head coach Pablo Lemoine estaría atento para descartar nombres de cara a la empresa de septiembre, en el Mundial de Inglaterra, por lo que nadie quería quedar sin un cupo.
"Chile es uno afuera y otro como local. Le gusta jugar acá. Sabíamos que iba a ser muy duro, pero no esperábamos este resultado. Mucha gente nuestra se mandaba sola dentro de la cancha, y con Chile defendiendo bien, terminábamos con puntos en contra", se lamentó el capitán celeste, Nicolás Klappenbach.
Desde 2011 que Chile no superaba a los uruguayos, por lo que en esta ocasión muchos se mostraron emocionados. Uno de ellos fue el wing Ítalo Zunino, quien reconoció un crecimiento en el quince nacional: "El año pasado fue un año de transición, pero en este volvieron jugadores experimentados a fortalecer el equipo, se está armando un grupo muy bueno".
Pese a la alegría, Javier Valderrama llamó a la mesura. "Estamos felices por el resultado, pero debemos mantener los pies en la tierra. Esto sólo es un paso, ahora debemos fortalecer este plantel, que es muy joven y tiene mucha proyección", reflexionó el goleador del duelo.