Primero fueron sus críticas a la "obsesión" de la Iglesia católica con el aborto y los gays. Luego su condena al "capitalismo salvaje" y a la "dictadura de la economía". Y por último, sus palabras sobre la responsabilidad del hombre en el cambio climático.

Pese a que todavía no se han cumplido dos años desde que el argentino Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el papa Francisco, ya han sido muchos los políticos, comentaristas y periodistas conservadores en Estados Unidos que han mostrado sus reservas sobre el pontífice.

Su decisión recién anunciada de elevar a los altares al arzobispo salvadoreño Óscar Romero -tachado de "comunista" por algunos- tampoco habría sentado bien entre los sectores más reaccionarios del catolicismo estadounidense, de acuerdo con un artículo publicado esta semana en la revista Time.

Según algunos analistas, en estos momentos Francisco no cuenta entre los miembros de la derecha en EE.UU. con la buena imagen de la que disfrutaban sus antecesores -Juan Pablo II y Benedicto XVI- con los que coincidían plenamente en cuestiones de moral y quienes realizaban unas criticas más veladas del capitalismo y los mercados.

Estrellas del ultraconservador Tea Party como Sarah Palin o Rick Santorum no han dudado en mostrar sus reparos hacia la "agenda liberal" del Papa.

Santorum, quien es padre de familia numerosa, llegó a asegurar que "a veces es difícil escuchar" al papa Francisco, por las declaraciones en las que el pontífice dijo que "ser un buen católico no implica tener hijos como conejos".

"PURO MARXISMO"

Hace unos días, el Papa reiteró en una entrevista ofrecida al diario italiano La Stampa que su visión sobre la redistribución de la riqueza, las injusticias del sistema capitalista y la necesidad de ayudar a los más pobres proviene de los evangelios y nada tiene que ver con el marxismo o el comunismo.

El pontífice volvió a responder así a sus críticos en EE.UU., que encabezados por el locutor Rush Limbaugh se le echaron encima cuando publicó la exhortación apostólica "Evangelii Gaudium", en la que, entre otras cosas, rechazaba las teorías que sostienen que el libre mercado hace que la riqueza tarde o temprano llegue a todo el mundo.

"Eso es puro marxismo saliendo de la boca del papa", dijo Limbaugh en su programa diario de radio que cuenta con millones de seguidores, unos días después de publicarse el documento, a finales de 2013.

Las críticas a Bergoglio también llegaron de medios como la cadena conservadora Fox News, en la que el periodista Adam Shaw comparó la popularidad del Papa con la que disfrutó en sus primeros días como presidente de EE.UU., Barack Obama.

"Igual que el presidente Obama ha sido una decepción para EE.UU., el papa Francisco demostrará ser un desastre para la Iglesia católica", escribió Shaw.

El papa Francisco no sólo ha sido cuestionado por sus posturas sobre temas de moral o economía. Hace unos días el senador republicano de Florida Marco Rubio, hablando sobre el papel del papa en la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU., aseguró que le gustaría que el pontífice "tomara la causa de la libertad y la democracia".

Además, en las últimas semanas, el anuncio de que el Papa piensa publicar una encíclica sobre ecología y cambio climático, que podría estar lista para los meses de junio o julio antes de la reunión sobre el tema convocada por Naciones Unidas en París, ha hecho que algunos medios conservadores hayan asegurado que Bergoglio "tiene una agenda ambientalista radical".

"SORPRESA"

"Creo que al Papa lo han tachado de marxista porque utiliza un lenguaje más propio de la izquierda que de la Iglesia católica y eso ha sido una sorpresa para muchos en EE.UU.", asegura James Pethokoukis, periodista y analista del Instituto de Empresa Estadounidense (AEI, por sus siglas en inglés), un centro de estudios conservador con base en Washington.

"Sus comentarios sobre el capitalismo son sorprendentes porque con ellos parece no dar valor al hecho de que el capitalismo ha sido una fuerza increíble en los últimos 200 años para aumentar los niveles de vida de millones de personas en todo el mundo y continúa siéndolo", señala Pethokoukis en conversación con BBC Mundo.

Pethokoukis cree que "muchos conservadores en EE.UU. sienten que Juan Pablo II y Benedicto XVI estaban de su lado porque parecían apreciar que el libre mercado es algo bueno para crear" riqueza y oportunidades.

"Los conservadores en EE.UU. que no son católicos y que no están muy familiarizados con la Iglesia católica y su doctrina, creen que se ha pasado de un papa conservador y de derechas a uno de izquierdas, radical e incluso marxista", apunta el experto del AEI.

OTRA CONVERSACIÓN

William Doyle, profesor de economía de la Universidad de Dallas, en Texas, se muestra sorprendido de que los conservadores crean que el papa es marxista, ya que considera que "muchas de sus ideas se encuentran implícita o explícitamente en los evangelios".

"La razón por la que los conservadores veían con mejores ojos a Juan Pablo II y a Benedicto XVI es que estos pasaron mucho más tiempo hablando de los dogmas del catolicismo, sobretodo de lo relacionado con la moral sexual".

"En cambio, el papa Francisco ha desviado la conversación hacia el sufrimiento que causa la pobreza y la indiferencia ante esta, lo que creo hace sentir incómodos a algunos de los que tienen mucho dinero", señala el preofesor de la Universidad de Dallas, una institución de enseñanza católica.

Pese a las duras críticas que ha recibido el papa por parte de la derecha estadounidense, Doyle considera que "los liberales en EE.UU. siguen siendo más hostiles hacia la iglesia católica", especialmente por los escándalos de abusos en los que se ha visto envuelta y por sus posturas en cuestiones de moral.

El periodista británico Austen Ivereigh, autor de la recién publicada biografía del pontífice, "El gran reformador", cree que muchos en EE.UU. no están entendiendo el mensaje del papa.

"Cuando habla de la economía y de los mercados, lo hace siguiendo la tradición de la enseñanza social de la Iglesia católica. No está hablando desde un punto de vista ideológico".

"Sus críticas a los mercados están relacionadas con lo que ha llamado 'la cultura del descarte', que cree da lugar a gran número de personas desempleadas o que viven por debajo del nivel de la pobreza", apunta Ivereigh en conversación con BBC Mundo.

"Creo que los conservadores en EE.UU. se sienten amenazados por el papa Francisco y sospechan de él porque proviene de una tradición latinoamericana que pone el énfasis en el estado y que no entiende los beneficios y las virtudes de la libertad de mercado".

Pese a la controversia que está generando Bergoglio entre algunos sectores, los analistas consultados por BBC Mundo creen que cuando visite EE.UU. el próximo septiembre, tendrá una gran bienvenida.

"A la gente le interesa este papa porque tiene un discurso diferente en muchos asuntos y una personalidad muy atrayente", señala James Pethokoukis. "Seguro que tanto demócratas y como republicanos querrán tomarse una foto con él".