Tres años después de la recesión global atribuida en parte al consumo estadounidense alimentado por la deuda y un gasto asiático insuficiente, los tres principales exportadores de Asia nuevamente ven a los consumidores estadounidenses como una bendición en momentos en que sus economías se desaceleran.
Las exportaciones japonesas a los Estados Unidos dieron un salto del 17 % respecto a 2011 en lo que va del año, en tanto los envíos totales cayeron 0,7 %, mostraron ayer los datos del gobierno.
Las exportaciones chinas a los EE.UU. aumentaron 10 % de enero a fin de agosto, superando el incremento total de 7 %. Las ventas de Corea del Sur a los EE.UU. treparon 6,1 %, en contraste con una caída total de 1,5 %.
La creciente demanda estadounidense constituye un colchón en momentos en que la crisis europea obstaculiza la recuperación mundial de la recesión de 2009 que llevó al Grupo de los 20 a reequilibrar sus gastos alejándolos de la mayor economía del mundo. Esta dependencia eleva los riesgos que corren los exportadores asiáticos si el llamado abismo fiscal de ajuste presupuestario limitara los desembolsos estadounidenses a fin de año.
"Ellos todavía tienen la batuta", dijo Thomas Lam, economista jefe de OSK-DMG de Singapur, refiriéndose a los consumidores estadounidenses. "La idea de reequilibrar y retirar la demanda de las economías avanzadas clave -en particular EE.UU.- y hacer que mercados emergentes como China e India asuman ese papel es un poco rebuscada en esta coyuntura".
La ausencia de redes de seguridad social y mercados financieros desarrollados que permitan a los hogares de los mercados emergentes reducir el ahorro preventivo y aumentar el gasto reduce las perspectivas de ese rebalanceo, según Lam, que pronosticó correctamente el fin de la recesión estadounidense de 2007-2009. "No hay un camino claro y definido para el consumidor estadounidense debido a la posibilidad de un shock fiscal", agregó.
Mercado accionario
Las acciones asiáticas dieron un salto luego de que la Reserva Federal presentó su tercera tanda de la llamada flexibilización cuantitativa para contribuir a reducir la tasa estadounidense de desempleo, antes de estancarse esta semana. El Índice MSCI Asia Pacific sufrió pocos cambios esta semana a las 18:11 en Tokio, lo que lo deja con un alza de 2,1 % desde la decisión del 13 de septiembre de la Fed de comprar US$40.000 millones de deuda hipotecaria por mes.
Los datos económicos de la región Asia-Pacífico hoy mostraron que los precios al consumidor de Macau subieron 6,33 % interanual en agosto, mientras que en julio el ritmo fue de 6,04 %. Nueva Zelanda dijo que el gasto con tarjetas de crédito se elevó 1,9 % interanual en agosto, en contraste con el reducido cambio que sufrió en julio, según las cifras corregidas.
En Europa, un informe elaborado por Bélgica podría mostrar que las empresas fueron menos pesimistas este mes, según una encuesta de Bloomberg News. El Reino Unido anunciará las cifras de las finanzas públicas de agosto y los Países Bajos publicarán datos del gasto de los consumidores en julio.
La dependencia del gasto estadounidense persiste tres años después de que los países emergentes y desarrollados del G-20 establecieran un proceso de revisión por pares para supervisar los esfuerzos individuales para reequilibrar sus economías y dar más voz a los mercados emergentes en la gestión del crecimiento mundial.