Tal como figuraba en las 50 medidas de los primeros 100 días de gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet designó a la delegada presidencial para la reconstrucción del 27/F, Paula Fortes, a nueve días de haber asumido. Poco más de una semana después denominó a Reinaldo Ruiz como delegado del agua. Sin embargo, el terremoto del 1 de abril en las regiones del norte y el gran incendio que consumió casi tres mil casas en Valparaíso obligaron a la elección de tres nuevos delegados para encargarse de las emergencias. Así, en poco menos de un mes, el gobierno contaba con cinco representantes que básicamente establecen "labores de coordinación entre los distintos organismos públicos y municipales", explica Andrés Silva, designado tras la tragedia de Valparaíso.

Esta situación ha abierto el debate acerca de las reales funciones y atribuciones asignadas. Sin poder resolutivo, trabajan con "las distintas autoridades para unificar la información y lograr consensos sobre las medidas que se aplicarán", añade Dante Pancani, delegado de Arica.

Esto ha generado reparos en todos los sectores. Como el senador por Tarapacá, Fulvio Rossi (PS), quien explica que "no soy partidario de la figura de los delegados. Creo que terminan en una relación difícil con las autoridades locales".

Una opinión similar tiene la senadora de Los Ríos, Ena von Baer (UDI), quien afirma que tal figura "es un cargo sin presupuesto ni atribuciones reales y sustituye en la labor al intendente".

En este sentido, el diputado de la IV Región y miembro de la comisión de recursos hídricos Matías Walker afirma que habría esperado que el delegado del agua "tuviera rango de ministro, así podría tener un presupuesto y poder resolutivo".

Sin embargo, a nivel de autoridades regionales y locales, la posición es dispar.

Para el intendente del Biobío, Rodrigo Díaz, la delegación ha sido "una tremenda oportunidad para trabajar en sinergia con los distintos ministerios sectoriales". Y añade que "el proceso de reconstrucción anterior se centraba sólo en vivienda y obras públicas. Hoy también se abordan edificios patrimoniales, museos, estaciones de ferrocarriles y otras edificaciones que dan identidad a las ciudades".

Al alcalde de Iquique, Jorge Soria, le "agrada el refuerzo", pero agrega que "no funcionará si el alcalde no es involucrado. Con la emergencia ponen una población nueva y quien debe terminarla es el alcalde. Sería conveniente que el delegado se quede hasta que todo esté terminado".

Mientras, el alcalde de Constitución, Carlos Valenzuela, se muestra decepcionado por el nulo poder de resolución de la delegada. "Quisiera que fuera más que una figura, que pudiera concretar las cosas que faltan", dice. Y añade que "es fundamental que trabaje en conjunto con el alcalde, y espero que al menos se acerque a conocerme".

SUS FUNCIONES

Paula Fortes: Reconstrucción 27/F, Chaitén y Tocopilla

RLa primera delegada investida, Paula Fortes, ya había tenido funciones similares en Pelluhue -zona afectada por el terremoto de 2010- al fin del gobierno anterior de la Presidenta. Hoy, su tarea es hacer un diagnóstico del avance de la reconstrucción del 27/F y proponer medidas para acelerar el proceso. El mismo trabajo debe realizar para Tocopilla, afectada por el terremoto de 2007, y en Chaitén, devastada en 2008 por la erupción del volcán. Cuenta con tres meses para realizar el diagnóstico y tres más para elaborar un plan de medidas. Depende y reporta directamente a la Presidenta, pero los temas administrativos pasan por el Ministerio del Interior. Este dispuso la oficina 100 de La Moneda, que luego compartió con el delegado del agua, aunque actualmente trabaja desde la calle Amunátegui, con un equipo central de seis personas, todas mujeres, que gestionan el trabajo de coordinadores regionales y territoriales. Con poco más de un mes de trabajo, Fortes dice que para finalizar la evaluación requiere un "chequeo in situ. Nos hemos encontrado con proyectos que figuran terminados, pero cuando los vas a ver no es así".

Al respecto añade: "He visitado condominios que están ad portas de ser entregados y no tienen agua potable. Otros tienen un humedal a 20 metros. En Llico, no hay calles para llegar a las casas. El tema no es sólo vivienda, es cómo nos hacemos cargo de las medidas de mitigación".

Reinaldo Ruiz: Una nueva institución para el agua

La tarea para el ex subsecretario de Agricultura y hoy delegado de recursos hídricos, Reinaldo Ruiz, no es menor. Antes de los primeros 100 días de gobierno debe entregar un paquete de medidas para enfrentar la sequía del país. Como no tiene atribuciones ejecutivas, su trabajo se enfoca en la búsqueda de consenso entre los titulares de las carteras relacionadas, para que sus organismos respectivos apliquen acciones. Depende operacionalmente de Interior, que también le entregó la oficina 100 de La Moneda. Hoy estableció un cuartel central en calle Amunátegui, para su equipo de trabajo de seis personas. Desde ahí gestiona la labor de los coordinadores regionales.

En total son más de 40 instituciones públicas y ocho ministerios relacionados con el recurso. Por eso, otro de sus mandatos es proponer un cambio de la institucionalidad del agua. "Debemos hacer una propuesta de rediseño. Queremos reponer la discusión para garantizar el agua como bien de uso público en la Constitución. El Estado puede dar una concesión, ceder el uso, pero no entregar la propiedad, por lo que los privados ya no podrán venderlo", afirma.

Analiza la creación de una subsecretaría de recursos hídricos en el MOP o de un ministerio sectorial, y su propuesta contemplaría la derogación de la patente por no uso. "Creemos que los derechos de uso que no se utilizan deberían ser devueltos", asegura.

Dante Pancani, Julio Ruiz y Andrés Silva: Los encargados de las tragedias

Los tres fueron nombrados al mismo tiempo y con decretos que asignan funciones básicamente idénticas: coordinar las medidas para enfrentar la emergencia del terremoto del norte y el incendio de Valparaíso. Así también, mediar entre las distintas instituciones y autoridades y disponer la reconstrucción definitiva en las zonas afectadas. Por eso, en este último punto, ninguno tiene plazo de término de sus funciones.

Instalados en una oficina provisoria en la intendencia de cada región y reportando directamente al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, tanto Dante Pancani, como delegado para la reconstrucción de la Región de Arica y Parinacota; Julio Ruiz, para Tarapacá, y Andrés Silva, para Valparaíso, coordinan la asignación de beneficios y agilizan la construcción de las viviendas de emergencias.

En el caso de Pancani, ex director del Serviu de Arica, logró controlar la emergencia y su tarea hoy es una definición para las viviendas definitivas.

En Tarapacá, el desafío del sociólogo Julio Ruiz es mayor, ya que recién esta semana comienza a coordinar el levantamiento de viviendas de emergencia en Iquique y Alto Hospicio afectadas por el terremoto.

Finalmente, los temas pendientes del ex seremi de Vivienda en Valparaíso Andrés Silva, para reconstruir la ciudad puerto, pasan por coordinar un plan maestro urbano que prohibirá a las familias vivir en el fondo de las quebradas y disponer su traslado a otro lugar definitivo.