"Cristina no puede volver a foja cero", esa fue la premisa con que el equipo de guionistas a cargo de la segunda temporada de Soltera otra vez comenzaron a trabajar en lo que es la continuación de la exitosa teleserie nocturna de Canal 13.

Así lo explica Marcelo Castañón, el jefe a cargo del equipo de escritores compuesto por Daniela Lillo, Patricio Hein, Bárbara Simmerman y Pilar Gil: "Cristina (interpretada por Paz Bascuñán) no puede volver a ser como antes, independiente de que le resulte o no con Alvaro (Pablo Macaya). Ya no es la misma persona e ignorar eso sería no respetar a un personaje que queremos tanto". Con esa convicción parte el nuevo ciclo (ver recuadro) de la saga que, en su primera parte, se centró en las desventuras de una treintañera, quien vuelve al mercado de las citas tras una infidelidad de su pareja.

La historia cautivó al público, logrando promediar 26,2 puntos de rating. Con esas cifras, la producción comenzó a fraguar la posibilidad de hacer una nueva temporada. "Teníamos la satisfacción de haber hecho una teleserie distinta, que había presentado un mundo más cercano al de las series. Comenzamos a analizar las piezas claves que la convirtieron en un éxito", relata el director del programa, Herval Abreu.

Alargue descartado

El hecho de que la primera temporada estuviese grabada y terminada tiempo antes de su puesta al aire ("estuvo guardada casi seis meses", recuerda Abreu) no permitió que se hiciera un alargue. Un hecho que su guionista agradece: "Era súper tentador alargarla, pero la idea era darle un aire de innovación".

En ese sentido, el desafío fue desde dónde enfrentar la historia, con una protagonista que había encontrado el amor luego de varias desilusiones. "Finalmente, logramos un enfoque que va a satisfacer bastante al público. No es hacer exactamente lo mismo, lo que respetamos fue el proceso que vivió Cristina, ella en la primera temporada fue creciendo". Además, a pesar de mantener la esencia de la historia, se conservan dos factores fundamentales: los elementos de la clásica comedia romántica y el humor.

"La trama principal fue la que más dolores de cabeza nos dio, pero con el resto fue más fácil, fue seguir la vida no más", señala, confesando que para varias de las situaciones, los referentes están dentro del mismo equipo de producción. "En la primera temporada optamos por dejar algunas historias bastante abiertas y no ponerles un punto final. Hoy sabemos más datos de qué personajes gustan más y están más potenciados, tienen más relevancia", explica Abreu.

A pesar de la evolución de la protagonista en este nuevo ciclo, Castañón destaca del personaje de Bascuñán que "sigue siendo encantadora, acontecida, torpe, pero terminó con más herramientas con las que empezó en la primera parte".