Muchas veces los malos hábitos alimenticios de gran parte de los chilenos hace olvidar la importancia que ciertos nutrientes tienen para el correcto funcionamiento del organismo, especialmente algunos como el omega 3, que por desconocimiento o falta de interés no son incluidos a diario en las comidas, a pesar de que es posible encontrarlos en alimentos tan comunes y de fácil acceso como el huevo o el pescado.
Según señala la nutricionista de la Universidad Mayor, Yael Groisman, los ácidos grasos omega 3 (AGω3) son fundamentales para nuestra salud y deben ser consumidos, idealmente, en la dieta diaria. Específicamente, los que tienen mayores beneficios en la salud son el ácido eicosapentanoico, EPA, y el ácido docosaexanoico, conocido como DHA. Estos se metabolizan en nuestro cuerpo y producen derivados que son muy beneficiosos para la salud.
"Por ejemplo, el EPA tiene efectos hipotrigliceridémicos, es decir, baja los triglicéridos plasmáticos, mejora la presión arterial y evita la formación de trombos, por lo que su consumo se ha relacionado con la protección de las enfermedades cardiovasculares. En tanto, el DHA es particularmente importante en la formación y función del sistema nervioso y visual en los mamíferos. Además, durante la nutrición perinatal ha sido atribuido principalmente a la funcionalidad del cerebro y de la visión", señala Yael Groisman.
Algunos estudios realizados tanto en ratas como en humanos, han demostrado que los recién nacidos que reciben lactancia materna presentan mejores resultados en la aplicación de test que miden la inteligencia, la memoria, la capacidad de aprendizaje y la agudeza visual.
Igualmente, el aporte de DHA a pacientes con enfermedad de Alzheimer y Parkinson disminuiría considerablemente los efectos neurológicos de estas patologías. Del mismo modo, el uso experimental de DHA en pacientes bipolares produce una importante disminución de la frecuencia de los períodos de crisis en estos pacientes.
Pero, ¿en qué alimentos podemos encontrar en mayor proporción el omega 3? Yael Grosiman indica que la mejor manera de consumirlo es a través del pescado, específicamente los azules o grasos (atún, salmón, anchoa, jurel, sardina), y que idealmente se deben consumir dos a tres porciones semanales.
"Es recomendable consumir, además, aceites vegetales que aporten cantidades relativamente altas de ácido alfa-linolénico (canola, por ejemplo, o también soja), ya que los adultos podemos transformar este ácido graso en EPA. También hay leches, yogurt y margarinas que contienen ácidos grasos omega-3, que son buenos alimentos, pero el aporte de ácidos grasos omega-3 de estos productos es bajo", señala la profesional.
En cuanto a los huevos enriquecidos con omega-3, Yael Groisman dice que son efectivos, ya que por unidad pueden aportar hasta 250 miligramos de EPA, pero que no son comparables con una porción de jurel o salmón, que pueden aportar sobre 4 gramos.
Finalmente, para los más prácticos está la alternativa de consumo de cápsulas de aceite de pescado (si es que se tolera por su fuerte sabor), ya que una sola cápsula de 500 mg aporta 100 mg de EPA.