El 18 de enero de 2008 el seremi de Salud prohibió el funcionamiento de la línea de producción de los productos Nutricomp ADN Pediátrico, Nutricomp ADN fibra, Nutricomp ADN Hn-Hiperproteico, Nutricomp ADN Diab y Nutricomp ADN Renal, del laboratorio B. Braun Medical S.A., debido a un error en la rotulación de los suplementos alimenticios. Ese error produjo la muerte de seis niños, mientras 59 quedaron con daños irreversibles.
Si bien el caso se dio a conocer el 18 de enero, luego se supo que el 15 de enero de ese mismo año, la autoridad sanitaria ya había dado al laboratorio un plazo de 48 horas para retirar todo el producto del mercado.
Los alimentos, contaban con cantidades de potasio distintas a las establecidas en el rotulado, y de acuerdo a lo que estableció la investigación más tarde, en los productos generados en septiembre y octubre de 2007 hubo lotes que contenían hasta 70 veces menos potasio de lo señalado en la etiqueta.
La consecuencia más grave de ese error es la generación de cuadros de hipokalemia aguda, es decir de baja de potasio en la sangre, factor que habría causado diferentes manifestaciones clínicas en los pacientes que recibieron el suplemento alimenticio, entre las que se incluye debilidad muscular, letargo, vómitos y arritmias.
Algunos de los primeros pacientes detectados correspondieron a niños que estaban siendo atendidos en la Clínica los Coihues y que fueron derivados a otros centros asistenciales, casos que a medida que pasaron los días se fueron incrementando, por las diferentes denuncias asociadas al uso del suplemento, incluyendo también a pacientes adultos.
MULTAS Y PROCESO
Luego de conocerse el caso, la autoridad sanitaria multó dos veces al laboratorio por mil UTM, y se ordenó la destrucción del alimento. Tras el escándalo, se retiraron 24 mil 819 unidades del producto en sus distintas presentaciones.
En tanto, la investigación judicial comenzó en 2008, pero el juicio, en el que se procesó a los cinco ex ejecutivos del laboratorio, Roberto Oetiker, Juan Cristóbal Costa, Ezzio Olivieri, Egon Hoffmann, y Reinaldo Torres, comenzó en 2011, convirtiéndose en el más extenso desde que se inició la Reforma Procesal Penal.
Los procesados, que no quisieron declarar en la audiencia previa a la dictación de sentencia, arriesgan hasta 19 años de cárcel por el error que costó la vida a seis menores y dejó a 59 con daños irreversibles.