El casino Monticello nuevamente fue testigo de un episodio extrafutbolístico de Arturo Vidal. Claro que esta vez se trató de una fiesta que protagonizó el jugador, miembros de su familia y amigos en las habitaciones del hotel contiguo al recinto de apuestas. Un evento que con el correr de las horas comenzó a salirse del molde y cerca de las 5 de la mañana ya el descontrol estaba desatado en el piso donde el seleccionado chileno tenía reservadas algunas piezas.
A las 6 de la mañana ya los ruidos molestos pasaron a ser un escándalo. Así, los guardias del hotel ubicado junto al casino Monticello debieron llamar a Carabineros para terminar con la fiesta de Arturo Vidal y sus acompañantes.
Carabineros de Rancagua confirmó el llamado de los encargados de la seguridad del hotel para controlar los desórdenes de Vidal junto a sus amigos y familiares.
El seleccionado arrendó 12 habitaciones y quienes lo acompañaban comenzaron a discutir y pelear en el pasillo, lo que molestó aún más a las otras personas. Además, muchos de ellos habrían estado bajo la influencia del alcohol, según testigos.
Así, a los 8.30 Carabineros le ordenó a Vidal y compañía que deben retirarse del hotel. Momentos después, el jugador llega a Juan Pinto Durán negando el incidente