Hubo una época en la que Santiago Calatrava era la promesa de la arquitectura española y su visión orgánica de las construcciones era reclamada en EE.UU., Suiza, Canadá y Alemania. Eso fue hace más de 20 años, cuando con obras como la estación de trenes de Stadelhofen en Zurich, el rascacielo Allen Lambert de Toronto, y la torre Montjuic de Telecomunicaciones, en Barcelona, Calatrava consolidaba su prestigio global. Parece paradójico que su mayor mérito del pasado, lograr levantar apabullantes diseños con una impecable ejecución, sea lo que por estos días lo está atormentando.

Este viernes la Audiencia Provincial de Oviedo sentenció al arquitecto a pagar una indemnización de 2,96 millones de euros a Jovellanos XXI, la empresa constructora a cargo del Palacio de Congresos de Oviedo. La razón: el diseño defectuoso y la mala dirección de Calatrava provocaron que en 2006, la estructura del edificio, aún en obras, se desplomara, dejando a tres trabajadores con heridas leves. A eso se suma la cubierta móvil, con un complejo sistema hidráulico de cuatro millones de euros, que nunca funcionó.

Lo de Oviedo, claro, es tan sólo el más reciente de los traspiés del arquitecto. En la última década, Calatrava ha acumulado críticas por sus proyectos que además de defectuosos han resultado muy caros. En 2008 inauguró el Puente de la Constitución en Venecia, con un costo de 11 millones de euros, aunque el presupuesto inicial era de 2,5 millones. Además su cubierta con palmetas de cristal ha facilitado más de una caída y es casi imposible cruzar por personas con problemas de movilidad. Finalmente, la ciudad de Venecia llevó a Calatrava a tribunales, en un juicio que aún no concluye.

Situaciones similares se repiten en Bilbao, con el puente Zubizuri; en Murcia, con el puente Vistabella; y en Valencia, con el puente De L'assut de L'or.

Los malogrados proyectos se han reunido ya en la página web calatravatelaclava.com, creada por la coalición de izquierda Esquerra Unida (EU) que lidera el diputado Ignacio Blanco y que tiene indignado a Calatrava. El pasado 30 de enero, el arquitecto demandó a EU en 600 mil euros, pidiendo el cierre del sitio web que tachó de "denigrante". Por supuesto, desde esa fecha, la web incrementó su éxito con más de un millón de visitas.

LA CIUDAD DE CALATRAVA

Titulado de arquitecto de la Universidad Politécnica de Valencia y con un posgrado en Ingeniería Civil, del Instituto Tecnológico de Zurich, Calatrava mantuvo una carrera intachable hasta 1996, cuando inició su proyecto más ambicioso y controvertido: la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, que inauguró en 2009 y que terminó convertido en el símbolo del despilfarro de esa ciudad.

Con un presupuesto original de 300 millones de euros, el complejo incluye una sala de eventos, un puente, un teatro de ópera, un planetario y un museo de ciencias, que en realidad terminó costando mil 100 millones de euros, que incluyen los honorarios del arquitecto cifrados en 94 millones de euros.

Ante la polémica, Calatrava no se ha quedado callado, aunque tampoco ha dado explicaciones suficientes. Con respecto a Valencia dijo que sus honorarios han sido justos, porque cubren 20 años de trabajo en el que "he sido responsable todo desde el primer boceto", calificando el escándalo de Valencia de "maniobra comunista" y dejando en claro que tiene clientes muy satisfechos en Dublín y Dallas que vuelven a contratarlo. "Mi objetivo es siempre crear algo excepcional que realza ciudades y enriquece las vidas de las personas que viven y trabajan allí", ha dicho Calatrava. Esta claro que no siempre lo ha conseguido.