Si sueles guardar los dibujos de tus hijos para la posteridad tómalos un poco más en cuenta, ya que no sólo podrían ser garabatos al azar y caras sonrientes, sino un verdadero indicador de su inteligencia a futuro.
Esto según un estudio del King's College's Institute of Psychiatry de Londres, que tomó a 7.752 gemelos de cuatro años de edad, a los que se les pidió que hicieran un simple dibujo de otro niño para luego ser evaluados en una escala de uno a 12, dependiendo de la calidad del trabajo.
De esta forma, se valoró con la puntuación más alta a los dibujos que reflejaban de manera más cercana posible todas las características físicas de una persona, como los ojos, pelo, nariz, boca, etc y luego se compararon los resultados con preguntas de inteligencia verbal y no verbal. En todos ellos, los niños con dibujos más "completos" resultaron tener mejores calificaciones.
Pero esto no es todo. Diez años más tarde y con los niños ya entrando a la adolescencia, los investigadores encontraron el mismo patrón en los niños con más altas puntuaciones. Asimismo, se descubrió que los dibujos de los gemelos idénticos fueron más similares entre sí que los gemelos no idénticos, demostrando que la relación entre el dibujo y la inteligencia es influenciada por los genes.
De acuerdo a la Dra. Rosalind Arden, quien dirigió el estudio, "es posible que exista un vínculo entre el dibujo de un niño de cuatro años y su inteligencia en una edad posterior, ya que demuestra un cerebro bien organizado, con procesos cognitivos como la atención, percepción, observación y concentración al realizar el trabajo".
Aún así, la investigadora afirmó que si el niño no tiene grandes habilidades para los dibujos de personas, no hay por qué preocuparse, ya que el estudio sólo demuestra los niveles de inteligencia en un tiempo determinado, y que lo mejor es "disfrutar de los dibujos de sus hijos".
Fuente: BBC