A dos semanas del arranque de la participación chilena en la Copa del Mundo de Brasil, Jorge Luis Sampaoli volvió a hablar con la prensa. En su conferencia de prensa, el entrenador enfocó su discurso en un par de conceptos que son el eje sobre el cual está trabajando de cara al desafíon que representa el torneo.

Palabras como responsabilidad, ser competitivos, planificación, funcionamiento fueron las que más se reiteraron en los 34 minutos que el técnico enfrentó a los medios.

También, a través de varias menciones a médicos, fisioterapeutas e incluso preparador físico, Sampaoli especificó que hay decisiones -como la operación a la que fue sometido Arturo Vidal y su retorno a las canchas, o el régimen de visitas de las parejas de los jugadores durante la concentración en Brasil- que se toman o tomarán a través del diálogo interdisciplinario, en el que el DT es sólo una voz más.

Pero, indudablemente, el concepto más potente que deja el discurso del seleccionador es el de la mancomunión de esfuerzos, reflejado en el énfasis que puso en las frases referidas a lo que cada uno debía aportar. Esto se reflejó, incluso, en una pregunta referida a la molestia de los vecinos de Juan Pinto Durán, quienes se quejan de que mallas de protección que se han puesto en el entorno del complejo generan complejidades en su cotidaneidad. Sampaoli insiste que el trabajo debe hacerse poniendo como punto primero el bien superior, que es ser competitivos en el Mundial. Para ello, se requiere, dice, el esfuerzo de todos.

Sobre esto mismo, se desprende otro eje de su discurso: Sampaoli enfatiza lo colectivo. Evitando hacer nombres propios, el DT apela a la responsabilidad en el trabajo sistematizado de sus pupilos para llegar a ser competitivos. Afirma que tienen un ojo puesto en los rivales, pero que lo principal es lo que puedan hacer sus propios adiestrados. Para ello, la clave está en la preparación. Por ello es tan obtuvo respecto de la privacidad del trabajo en Pinto Durán, "la que pretende tener cualquier trabajador de este país", aseveró.

La obsesión por el trabajo es, de hecho, otro punto que destaca de las palabras del argentino. Para homologar los rendimientos que vienen terminando temporadas intensas, para "sorprender" a los rivales, todo se ha planificado. Por esta vía, espera, llegará el máximo rendimiento de cada uno de los 23 nominados finales a la cita de Brasil.

Con todo, el discurso de Sampaoli, 82 días después de su última presencia ante los medios, es una foto del Sampaoli auténtico. Aquel que se conocía en O'Higgins y Universidad de Chile. Un hombre obsesivo por el trabajo, que privilegiará más el esfuerzo colectivo que el talento individual para tratar de avanzar, al menos, un par de rondas en la Copa del Mundo.