Desde ser absuelto de todos los cargos, hasta una pena máxima de 5 años de presidio. Ese es el rango de posibilidades que el arquero de la Universidad de Chile podría enfrentar a contar de hoy, cuando el Tercer Tribunal Oral en lo Penal dicte veredicto, tras una semana de juicio oral en contra del imputado, por el delito de conducción bajo la influencia del alcohol con resultado de muerte.
Ayer, la jueza Blanca Rojas, llamó al Ministerio Público a recalificar el delito, por considerar que existen dudas sobre la alcoholemia de Herrera, que según la prueba de la defensa habría marcado cero en primera instancia.
El fiscal de la zona oriente, Francisco Lanas se negó, pero hoy podría ser el propio Tribunal quien decida condenarlo por "cuasidelito de homicidio", y recalificar la acusación en su contra.
De ser así, Herrera arriesgaría una pena máxima de 540 días de presidio -los que cumpliría en libertad-, muy por debajo de los 5 años de presidio que solicita el Ministerio Público en su acusación.
Si Herrera fuera condenado por "cuasidelito de homicidio", y además se acogen las tres atenuantes que alega la defensa -irreprochable conducta anterior, colaboración en la investigación, y la compensación a la familia Casassus por el pago de 25 millones de pesos- la pena bajaría a 41 días de pena remitida.
En el peor de los escenarios para el imputado, el Tribunal lo podría condenar por el delito de "conducción bajo la influencia del alcohol con resultado de muerte", tal como acusó la fiscalía, y acoger la pena solicitada de 5 años de presidio. Pena que también se cumpliría bajo libertad vigilada, firmando mensualmente.
Castigo al que se sumaría la suspensión de la licencia de conducir por el plazo de 2 años, y una multa de 15 UTM.
En cualquiera de los escenarios, Herrera no tendría problemas para salir del país, ya que no se incorpora como pena asignada a los delitos la medida de arraigo nacional.
Según manifestó el fiscal Lanas, él insistirá en que Herrera conducía bajo la influencia del alcohol, sin embargo, "hoy sólo queda escuchar lo que dicte el Tribunal".
De no estar conforme con el veredicto, cualquiera de las partes podría presentar un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones, y pedir que el juicio se haga nuevamente, una vez dictada la sentencia definitiva de Johnny Herrera, la que se conocería dentro de una semana.