A un año de las elecciones presidenciales argentinas, de las que debe salir el sucesor de Cristina Fernández de Kirchner, las campañas de los posibles candidatos comienzan a tomar vuelo y a sonar con fuerza la presencia de consultores o estrategas, muchos de ellos extranjeros y con una larga experiencia en contiendas en diferentes países de América Latina. Son los llamados gurúes de las campañas, autores de lemas o frases como "es la economía, estúpido" (Clinton, 1992), "dicen que soy aburrido" (De la Rúa, 1999) o "Lulinha, paz y amor" (Lula, 2002), que años después aun permanecen en el recuerdo.

El ex alcalde de Tigre y actual diputado Sergio Massa (peronista disidente), favorito para ganar los comicios presidenciales de octubre de 2015, cuenta con la asesoría del peruano Sergio Bendixen, quien trabajó en la campaña de Obama por el voto latino en 2012. Radicado en EE.UU. desde los años 60, participó en la campaña de Massa en las elecciones legislativas de 2013, cuando logró la primera mayoría en la provincia de Buenos Aires (el mayor bolsón de votos de Argentina). Ahora Bendixen mantiene un silencioso papel en la estrategia.

Mauricio Macri, el opositor alcalde de la ciudad de Buenos Aires, trabaja hace 10 años con el ecuatoriano Jaime Durán Barba, quien en los años 60 y 70 vivió y estudió en Argentina. Incluso, militó en la Juventud Peronista. En su currículum figuran asesorías para su compatriota y ex presidente Jamil Mahuad, para quien fuera alcalde de Bogotá Antanas Mockus y en la campaña presidencial de Felipe Calderón en México. Incluso, trabajó para Marina Silva en su candidatura de 2010. Estuvo en el centro de la polémica en noviembre de 2013, cuando en una entrevista, al contrastar a Hugo Chávez, dijo que Adolf Hitler "tuvo un enorme nivel de aprobación y no significa que fue un gran gobierno. ¡Hitler era un tipo espectacular! ¡Era muy importante en el mundo!". Sus palabras sacaron roncha y pusieron contra las cuerdas la relación con Macri, pero no pasó a mayores.

El hombre mejor posicionado en el oficialismo para suceder a Cristina K, aunque no es señalado como un kirchnerista, Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, cuenta con un estratega local. Se trata de Ernesto Savaglio, quien antes trabajó con Macri (fue quien acuñó el nombre del PRO, el partido del alcalde) y con Ricardo López Murphy, en 2003. Es el autor del eslogan que usan los supermercados Carrefour hace 15 años en ese país: "El precio más bajo o le devolvemos la diferencia". Ahora es el responsable del color naranja que identifica a Scioli. En todo caso, el gobernador de Buenos Aires también podría contar con la ayuda circunstancial de su amigo, el experto norteamericano James Carville.

El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, que suena como un abanderado más kirchnerista que Scioli aunque aparece mucho más abajo en las encuestas, cuenta con la asesoría de uno de los más conocidos estrategas de campaña en esta parte del continente: el brasileño Duda Mendonça. El fue quien trabajó con Lula da Silva en la campaña que lo llevó al triunfo en 2002, con Dilma Rousseff hace cuatro años y en la pasada contienda colombiana colaboró con el uribista Oscar Iván Zuluaga, a quien levantó de un tímido 8% de apoyo a disputarle la segunda ronda al Presidente Juan Manuel Santos. En Argentina, ya asesoró a Eduardo Duhalde en 1999, pero esta vez está haciendo, por ahora, el trabajo a la distancia.

Según la revista Noticias otro de los expertos que podría sumarse a la campaña argentina es el español Antonio Sola, en cuyos pergaminos aparecen los nombres de los presidentes Felipe Calderón (México), Otto Pérez Molina (Guatemala), Michel Martelly (Haití), Juan Manuel Santos (Colombia) y sus compatriotas José María Aznar y Mariano Rajoy.