Este viernes se celebra el "Día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer". Se trata de una fecha que busca generar conciencia respecto a las agresiones que sufren las mujeres en distintas partes del mundo y que incluso la ONU ha denominado como una "pandemia".
Según cifras de la organización, cada 10 minutos un hombre mata a una mujer, que es o fue su pareja, en algún punto del planeta. Además una de cada tres ha padecido violencia física o sexual y se estima que 200 millones de niñas han sufrido mutilación genital.
Sólo en los 25 países de América Latina y el Caribe se producen casi 2.100 asesinatos de mujeres al año por razón de género, al menos 12 cada día, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), actualizados a octubre 2.016.
En lo que va del año, se han producido 34 femicidios en Chile, y 112 casos no consumados.
Las historias que impactaron en 2016
A continuación recordamos algunos de los casos que, este año, estremecieron a los latinoamericanos.
Nabila, 29 años, Coyhaique
El pasado 14 de agosto Nabila Rifo fue encontrada en la calle, a cuadras de su casa, semidesnuda, con fracturas en el cráneo y sin globos oculares. La agresión habría sido propiciada por su ex pareja, y hoy único imputado en el caso, Mauricio Ortega. Actualmente Nabila, quien sobrevivió al ataque, se recupera en compañía de su familia. La Fiscalía pide 29 años de cárcel para el atacante.
Lucía, 16 años, Argentina
Su caso motivó la marcha #NiUnaMenos que se realizó el pasado 22 octubre en distintas ciudades latinoamericanas, incluidas las de Chile. La joven de 16 años fue violada, drogada y empalada. Las agresiones le provocaron la muerte y los asesinos lavaron su cuerpo, le cambiaron la ropa y la dejaron afuera de un hospital simulando que la joven había sufrido una sobredosis. Los médicos no lograron reanimarla. El proceso judicial de su caso se encuentra en curso y ya han sido detenidos tres presuntos agresores.
Constanza y María José, 21 y 22 años, Ecuador
En Febrero de este año las argentinas María José Coni y Marina Menegazzo llegaron hasta el destino turístico de Montañita, ubicado en Ecuador, para pasar sus vacaciones. El 22 de ese mes fueron reportadas como desaparecidas por sus familias, luego de no saber noticias de ellas. Tres días después sus cuerpos fueron encontrados envueltos en plástico. Las jóvenes fueron asesinadas por dos hombres quienes previamente las drogaron con el interés de abusar sexualmente de ellas.
Constanza se resistió a la agresión y recibió un golpe mortal en el cráneo, además su cuerpo presentaba fracturas en el fémur. María José tenía lesiones punzocortantes en el cuello desde la mandíbula hasta el sector cervical, siendo una de estas heridas la que provocó su muerte porque perforó su columna vertebral y su médula. Sin embargo, su muerte no fue inmediata: "Quedó paralizada por un tiempo. No se podía mover pero sí podía ver y escuchar lo que pasaba", reveló la médico forense del caso. Dos de los agresores fueron condenados a 40 años de cárcel.
Florencia Aguirre, 10 años, Chile
Su asesinato ocurrió una tarde de octubre, días después de que el país quedara estremecido con el caso de Nabila Rifo. La niña fue hallada muerta en la leñera de su casa en Coyhaique. Su padrastro confesó haberla "golpeado y asfixiado tras haber ingerido alcohol". Además, en esa primera declaración, reconoció haber rociado el cuerpo con líquido inflamable cuando la pequeña aún estaba viva y que luego enterró el cadáver quemado. El imputado en el caso se encuentra en prisión preventiva mientras dura la investigación.
Claudia, 34 años, Brasil
El de Claudia es el último caso conocido de una víctima de violación colectiva en ese país. La mujer fue atacada por un grupo de 10 menores de edad, quienes la amenazaron con matarla si gritaba. Sólo sobrevivió porque fue encontrada por la policía que la llevó hasta el hospital en el mismo furgón policial en que detuvieron a dos de sus agresores. Unos meses atrás la mujer, que vivía en una favela de Río de Janeiro, no pudo impedir que su ex pareja divulgara un video sexual en que ella aparecía como protagonista. Eso la convirtió en blanco de los narcotraficantes del barrio quienes abusaron de ella en varias oportunidades antes de este último brutal ataque. Claudia logró acogerse a un programa de reparación de víctimas y dejar su casa. Hoy se recupera de la agresión.