"Tenemos un objetivo que es salir campeón y cuando no lo logramos indudablemente que nos sentimos frustrados y amargados (...) Siempre cuando no se logran los objetivos, todo se va a poner en tela de juicio". La frase de José María Buljubasich, gerente deportivo de Universidad Católica, resume el sentir que se vive en la UC tras la dolorosa eliminación de las semifinales de la Copa Chile, ante Huachipato.

Los cruzados dejaron escapar el primer objetivo que tenían desde que en enero asumió Rodrigo Astudillo en la banca precordillerana, que era clasificar a la Copa Sudamericana. Por eso, el traspié del miércoles ante los "acereros" fue un mazazo en el club de Las Condes.

"Nos calienta mucho no haber jugado esta final. Nos enoja mucho. Por ahí iría el tema, más que fracaso. La amargura hay que comérsela", aportó el capitán Cristián Alvarez. Y agregó que "no ganamos las finales y un equipo grande lo tiene que hacer (.,..) Pero prefiero estar aquí en Católica peleando en lo más alto que estar peleando el descenso".

Las palabras del "Huaso" no son casuales. Reflejan la molestia que hay en el plantel universitario por las críticas que han recibido en los últimos años por los  tres subcampeonatos que acumulan en competencias nacionales desde 2010, último año que levantaron la copa en Primera División.

"Hay algo que falta. Algo que debemos mejorar. Creo que nos falta definir mejor estas instancias. Tenemos que salir una vez campeón y nos sacamos una mochila de encima. Si no salimos campeones, la mochila se vuelve más pesada", aseveró Alvarez, palabras que son compartidas por los históricos cruzados.

Alberto Fouillioux, otrora goleador de la UC que obtuvo  dos títulos en 1961 y 1966, cree que "Católica no puede abrochar los títulos que pelea porque les falta tener un equipo más completo. Desarman el equipo cada seis meses y eso es muy complicado. Este año, sin ir más lejos, se le fueron tres titulares (Hans Martínez, Ismael Sosa y Nicolás Castillo) y sus ausencias se notan. Ayer (miércoles), Enzo Andía terminó jugando en los cuatro puestos en la defensa, ya que Jonathan Botinelli aún está falto de fútbol. Ahí se extrañó a Martínez. Católica tampoco tiene a un (Esteban) Paredes que sabes que te va a marcar hartos goles".

Mientras que el ex delantero cruzado, el argentino Alberto Acosta, quien obtuvo el Apertura de 1997 con la UC, sostiene que "Católica no puede coronar con el título las buenas campañas que ha hecho porque no puedes depender del último partido, del partido final. En los torneos, pierdes duelos que quizás sean intrascendentes, pero que terminan pasándote la cuenta. Además, hay muchas variantes que se le pueden achacar, como el factor suerte... ¿Si los jugadores entran muy presionados a las instancias finales? La presión se la mete cada jugador en su interior. Depende de la personalidad de cada futbolista", sentencia el recordado goleador.