Era adolescente y estaba obsesionado con los trajes de época. El sueño de Gay Talese (81) entonces era tener un restaurante y pasearse entre sus clientes "con un esmoquin blanco como Humphrey Bogart en Casablanca", escribe el autor, referente del Nuevo Periodismo americano, en Vida de un escritor, sus memorias ya disponibles en Chile. Sin embargo, había algo más que explicaba su fijación juvenil: su padre era sastre y su madre, modista.
Criado entre telas y cortes de estilo, en una familia de inmigrantes italianos de Nueva Jersey, Talese recorre en las 600 páginas de Vida de un escritor medio siglo de trayectoria, principalmente en The New York Times y en revistas como Esquire y The New Yorker. Autor de libros como Honrarás a tu padre (1971), sobre la mafia italo-americana, o La mujer de tu prójimo (1981), donde expone las costumbres sexuales de sus compatriotas, entrega un autorretrato desde su infancia hasta antes de la publicación, en 2006.
"Mi padre nunca habló directamente de la guerra (Segunda Guerra Mundial) conmigo y en ese caso me sentí complacido por su indiferencia. Ya había aprendido bastante sobre la guerra en los informativos de los sábados", anota Talese en el volumen, donde también describe sus inicios de cronista deportivo, como editor del semanario de la Universidad de Alabama.
Vida de un escritor arranca de hecho con el relato de la final del Mundial de Fútbol Femenino de 1999, entre China y Estados Unidos. Sigue con un partido de béisbol y "mis bien amados Yankees", dice y luego se refiere a memorables perfiles de boxeadores. El de Muhammad Ali se llama Ali en La Habana y ahora se puede leer en la antología de crónicas deportivas reunidas en El silencio del héroe, que también llega por el sello Alfaguara.
Considerado uno de los grandes escritores de no ficción americana, Talese formó su estilo desde la sastrería familiar. "La tienda era como un programa de entrevistas que se desarrollaba en torno a la afable actitud y las oportunas preguntas de mi madre", cuenta en su artículo Orígenes de un escritor. El resto lo hizo la literatura: "En Alabama había leído novelas y cuentos de William Faulkner, Thomas Wolfe y otros escritores del sur", dice en sus memorias. Cuando llegó al Times, siguió leyendo. Quería hacer literatura real: conocer y comprender las motivaciones de sus entrevistados. "Así, mi enfoque periodístico se acercaría al de la ficción y abundaría en detalles íntimos, descripciones del entorno y diálogos, al mismo tiempo que estaría marcado por una íntima identificación con mis personajes y sus conflictos".
Perder jugando
El silencio del héroe reúne 39 artículos deportivos, algunos sobre béisbol son inéditos. "El deporte se trata de gente que pierde, vuelve a perder y pierde una vez más y eso es muy intrigante", dice Talese. Entre sus crónicas más celebradas están Joe Louis, el campeón en su madurez; los retratos de Floyd Patterson y el encuentro entre Ali y Fidel Castro en Cuba en 1998. El primero, temblando por el Parkinson, el segundo demostrando una falsa vitalidad. "El boxeo es teatro. Me gusta porque es un deporte de uno contra uno, una historia con solo dos personajes", agrega.
En el libro también recuerda los tristes días de Joe Di Maggio: el mejor jugador de béisbol hundido en el recuerdo de su mujer, la actriz Marilyn Monroe.