Tras siete años de relación y un hijo en común, el primogénito de la princesa Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi, y la millonaria heredera estadounidense de padre colombiano y madre brasileña Tatiana Santo Domingo, se casaron ayer por la Iglesia en Suiza, cinco meses después de haberlo hecho por el civil. Un matrimonio que, según apuntan diversos medios, se habría realizado para asegurar la línea sucesoria de la familia Grimaldi en el pequeño principado que gobiernan hace más de 700 años.

El actual soberano Alberto II de Mónaco, quien tiene dos hijos reconocidos fuera del matrimonio, aún no ha tenido descendencia con su esposa, la ex nadadora sudafricana  Charlenne Wittstock, con la que se casó en 2011, por lo que el hijo mayor de su hermana Carolina, segundo en la línea sucesoria, y sus descendientes son los herederos del trono monegasco. Sin embargo, para que el hijo de Andrea y Tatiana, Sasha -nacido en marzo- figure en la línea de sucesión, sus padres debían estar casados bajo el catolicismo, religión oficial del principado.

Los tres hijos de la princesa Carolina -que no poseen títulos nobiliarios- con el que fuera su segundo marido, el fallecido empresario italiano Stefano Casira- ghi: Andrea, Charlotte y Pierre, fueron incluidos en la línea sucesoria del principado luego de ser reconocidos como hijos legítimos por el Vaticano mediante un decreto en 1993, meses después de conseguir la nulidad eclesiástica de su primer matrimonio, según apunta el diario español ABC.

La pareja conformada por Andrea y Tatiana Santo Domingo suele cultivar un perfil muy discreto y alejado de los focos. Ambos se conocieron en sus tiempos de estudiantes y han mantenido una relación estable desde entonces. "Cuando vamos a un desfile y hay tantos fotógrafos, pienso: Dios mío, sí que deben estar quedándose sin 'celebrities'…", señaló la joven en una de las pocas entrevistas que ha concedido, según consignó el diario El País.

El matrimonio religioso se celebró en la iglesia católica de Rougemont, cercana a la estación de deportes de invierno de Gstaad, en  Suiza. El lugar habría sido escogido por la cercanía que tendría la novia, hija de uno de los hombres más ricos de Colombia, con Gstaad, ya que vivió 15 años ahí, según consignó la agencia France Presse. Cerca de 300 personas habrían asistido al enlace, que contó entre sus invitados a diseñadores y actores.

En tanto, la segunda hija de la princesa Carolina, Charlotte, dio a luz en diciembre a su hijo Raphäel, fruto de la relación que mantiene con el actor francés de origen marroquí Gad Elmaleh . El pequeño tampoco posee título nobiliario y no figura en la línea sucesoria, ya que sus padres no están casados.