Nacieron en 2003 bajo el alero de Al Qaeda y se hicieron fuertes en Siria, en el marco de los grupos rebeldes que intentan derrocar al régimen de Basher Assad. Pero en 2013 el Estado Islámico de Irak y Siria (Isis) se desmarcó de la red de Osama bin Laden para seguir su propio camino. Esa ruta los ha llevado a tomarse parte importante del norte iraquí y a anunciar la creación de un califato islámico en toda esa zona entre el territorio sirio e Irak. En menos de un mes, los extremistas sunitas del Isis se han convertido en la principal amenaza para la región y también para EE.UU. Su situación contrasta con el devenir de otros grupos jihadistas, que ahora van a la baja.
El Isis tiene contra las cuerdas al gobierno iraquí liderado por el chiita Nuri al Maliki, y algunos analistas han llegado a decir que ha logrado desplazar a Al Qaeda como el grupo terrorista más peligroso. El Isis, que ahora se hace llamar Estado Islámico (EI), controla urbes como Mosul y campos petroleros en Irak -además de la ciudad siria de Raqqa- y funciona como una empresa, según el diario Financial Times. Su líder, Abu Bakr al Baghdadi, es "el legítimo heredero de Osama" de acuerdo con The Washington Post, y hasta Irán teme que sus tentáculos sigan expandiéndose.
Así, el Isis se ha convertido en la preocupación número uno para los gobiernos de Bagdad, Teherán y Washington. "Sus milicianos son aguerridos y tienen experiencia tras enfrentar a las fuerzas de Assad en Siria", señaló a La Tercera el veterano periodista británico Con Coughlin, biógrafo de Saddam Hussein. Van al alza.
Otro grupo radical que ha aumentado su poder es Boko Haram, que opera en Nigeria con alrededor de 9.000 hombres. Esta organización, activa desde 2002, busca derrocar al gobierno nigeriano para crear un Estado islámico, tal como pretende el Isis. Boko Haram, que puede traducirse como "prohibida la educación occidental", generó alarma en Occidente cuando en abril pasado secuestró a 230 escolares. Su lider, Abubakar Shekau, ha amenazado con poner a la venta a las niñas en "nombre de Alá". Sólo este año, el grupo ha matado a 1.500 personas y se le teme por su crueldad. Boko Haram, que posee una estructura descentralizada, también está en alza y el Ejército nigeriano no puede contra ellos. El 79% de los nigerianos tiene una visión muy negativa del grupo, mientras que el 10% los apoya, según una investigación del Pew Research Center.
Un "vecino" de Boko Haram también se ha fortalecido. Se trata de Al Qaeda del Magreb Islámico, la única organización jihadista que tiene presencia en cinco países: Argelia, Libia, Níger, Mauritania y Mali. Este grupo, que básicamente opera en el Sahara, nació en Argelia y sus raíces se remontan a la guerra civil de ese país en los 90. En 2013, se enfrentaron a fuerzas francesas en Mali y han reunido fondos a través de secuestros y extorsiones.
RECHAZO A AL QAEDA
En Africa también figuran los jihadistas de Al Shabab, grupo islámico somalí que en septiembre de 2013 consiguió atención internacional cuando se tomó el mall Westgate de Nairobi (Kenia), acción que dejó 61 civiles muertos. Al Shabab formaba parte de una coalición islámica que tomó el control de Mogadiscio -la capital de Somalia- en 2006, pero un año más tarde fue derrocada por fuerzas etíopes respaldas por EE.UU. Desde entonces su objetivo es derrocar al gobierno somalí.
Cruzando el golfo de Adén, en Yemen, opera un temido brazo de la red dirigida por el egipcio Ayman Al Zawahiri (sucesor de Bin Laden): Al Qaeda en la península Arábiga. Estos jihadistas han sido golpeados por drones estadounidenses y no están precisamente en alza, pese a que sus operaciones se extienden al sur de Arabia Saudita y oeste de Omán. Se piensa que este es el grupo más subordinado a Al Zawahiri. Y pese a no tener más de 600 milicianos, ha generado gran inestabilidad en Yemen. También Al Qaeda, que opera en Pakistán y Afganistán, ha recibido duros golpes.
Según el estudio del Centro Pew, el rechazo al extremismo islámico es cada vez mayor en Medio Oriente, por encima del 75% en países como Egipto, Túnez y Líbano. La oposición a Al Qaeda es aún mayor de acuerdo con la misma investigación difundida esta semana. En Líbano, por ejemplo, el 96% tiene una opinión negativa de la red de Bin Laden. Porcentajes de rechazo que también son altos en Turquía (85%), Jordania (83%), Egipto (81%), Túnez (74%) y los territorios palestinos (59%).