Los Hermanos Musulmanes se desvincularon y condenaron hoy los atentados mortales perpetrados en Egipto durante los últimos días, incluidos los registrados hoy en El Cairo, mientras los enfrentamientos entre los manifestantes y policías han dejado al menos catorce muertos.

En la nota, los Hermanos condenaron "todos los actos de violencia y asesinato, sean quienes sean sus autores y sus víctimas". 

Advirtieron además de que ellos seguirán con "la revolución pacífica iniciada hace siete meses para poner fin al terrorismo de los golpistas sobre el pueblo", en referencia al Ejército, que destituyó con un golpe de Estado al ex presidente islamista Mohamed Morsi el pasado 3 de julio.

Además, aseguraron que el pueblo fue "destituido desde el golpe de Estado (...) no se paró de derramar sangre, quitar vidas inocentes y detener a honorables hijos de la nación", y acusaron al actual gobierno de dichos actos.

La cofradía aseguró que estos atentados son "una bomba de humo", pues "ocurren siempre antes de tomar alguna decisión grave e injusta", como ocurrió con la explosión en la provincia de Dakahliya, en alusión al atentado suicida contra la Dirección General de Seguridad de esta provincia, en su capital Mansura, que causó 16 muertos el pasado 24 de diciembre.

Además, responsabilizó al Ministerio del Interior de la muerte de los reclutas de la Policía, al igual que de los miles de civiles muertos, heridos y detenidos en los últimos meses.

Finalmente, pidió "olvidar las diferencias para recordar la revolución del 25 de enero de 2011 y revivirla de nuevo, en contra de los que intentan secuestrarla". 

Por su parte, la Alianza en Defensa de la Legitimidad, que engloba a los Hermanos Musulmanes y a otros grupos afines, acusó a las autoridades de Egipto "y sus leales medios de comunicación" de distorsionar la revolución y emplear estos acontecimientos para demonizar y movilizar a la gente contra los Hermanos Musulmanes.

El Ministerio del Interior egipcio de Sanidad informó en un comunicado oficial que en las manifestaciones convocadas por los Hermanos Musulmanes al menos doce personas murieron hoy y otras 59 resultaron heridas en enfrentamientos con la Policía.

En tanto la cofradía alza la cifra a catorce muertos.

Mañana se cumple el tercer aniversario de la revolución que derrocó al presidente Hosni Mubarak en 2011 y las autoridades egipcias han puesto en marcha un plan de emergencias y de seguridad, a la espera de una participación masiva en la celebración.

Los ataques contra la fuerzas de seguridad han aumentado en Egipto desde el derrocamiento militar del presidente islamista, Mohamed Morsi en julio pasado y la posterior persecución contra sus seguidores. 

Por su parte, el presidente del Servicio de Información del Estado, Salah Abdel Sadek, condenó los atentados y aseguró que este tipo de actos aumentarán la "fuerza y resistencia del pueblo y del Gobierno".

En un comunicado, calificó estos ataques de "cobardes" y subrayó que "no afectarán al pueblo egipcio, que está en contra de cualquier facción que se salga de la unidad y de las enseñanzas religiosas que rechazan asesinar o atemorizar a personas inocentes".

La condena del Gobierno destacó también los importantes destrozos provocados en el patrimonio cultural egipcio, en referencia al Museo de Arte Islámico de El Cairo, que se vio muy afectado por la primera explosión del día contra la sede de la Dirección General de Seguridad, situada en frente del museo.