Tabaré Vázquez

El foco de la campaña de este oncólogo de 74 años apuntó en todo momento a destacar los logros alcanzados durante los dos gobiernos del centroizquierdista Frente Amplio. Por ejemplo, bajo la dirección de la izquierda -que no alejó a Uruguay del curso de la economía de mercado- Uruguay ha mantenido el crecimiento pese(5,5% en promedio en los últimos cuatro años), la pobreza disminuyó de un 20,9% en 2009 a un 11,5% en 2013, y en el mismo período el desempleo cayó de un 7,3% a un 6,6%. A su favor también juega su fama de buen administrador, que comenzó a gestar durante el tiempo en que fue alcalde de Montevideo (1989-1995).

Pero ni esta bonanza, ni la alta popularidad del ex gobernante (53%) y de Mujica (56%), han sido suficientes para asegurar un tercer mandato frenteamplista. En contra de Tabaré Vázquez ha jugado el desgaste que dejan 10 años de gobierno, la no renovación del discurso y los problemas de alto impacto público no subsanados (como seguridad, infraestructura y educación). También se suma la molestia ciudadana (y de parte del electorado frenteamplista) con controvertidas normas aprobadas durante el gobierno de Mujica, como la legalización de la marihuana y la despenalización del aborto, ambas ante las cuales Vázquez es contrario. Según los analistas, al FA le ha costado entender las nuevas demandas y dinámicas de los uruguayos. Aunque los descontentos son minoritarios, ante lo ajustada de la carrera su decisión podría "definir las elecciones", dijo a la agencia France Presse la directora de la consultora Cifra, Mariana Pomiés.

Luis Lacalle Pou

Su juventud y su promesa de no cambiar lo que el Frente Amplio ha hecho bien, sino que más bien mejorarlo y/o profundizarlo, son dos de las principales fortalezas que posee este abogado y diputado de 41 años del centroderechista Partido Nacional, que aspira arrebatarle la Presidencia a la izquierda uruguaya. En palabras de la cadena alemana DW, Lacalle Pou "ha llevado adelante una campaña inteligente: no contra el FA, sino, como él lo llama, 'por la positiva'". Con una postura más pragmática frente a los temas que preocupan al electorado, durante la empresa electoral Lacalle Pou logró alejarse de la fuerte figura de su padre, el ex Presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), y consiguió instalar la necesidad de una renovación general en la política local, incluida su colectividad. A su favor también podría jugar la sintonía que ha tenido con el rechazo que enfrentan ciertos aspectos de temas como la legalización del consumo de marihuana (apoya el autocultivo, pero rechaza la venta estatal).

La mayor dificultad identificada en Lacalle Pou es que, a diferencia de Vázquez, él no posee experiencia en tareas ejecutivas. Para revertir esta falencia, el diario uruguayo El Observador sostiene que en su partido intentaron conscientemente potenciar la figura del candidato a la Vicepresidencia, el senador Jorge Larrañaga, quien entre los años 1990 y 2000 fue alcalde de Paysandú (en el este del país). Según el medio, la idea era transmitirles a quienes dudaban de las capacidades de gestión de Lacalle Pou que, al votar por el candidato blanco, también optan por un vicepresidente que lo respaldara en la administración de país.