El incidente que esta mañana afectó al Metro de Santiago en Lo Ovalle es uno de los casos más impresionantes que ha afectado al medio de transporte, aun que no es el único hecho fuera de lo normal que ha tenido lugar en las estaciones del Metro.

Uno de ellos ocurrió a mediados de 2008, cuando un tren que se dirigía a reparaciones en la Línea 4 impactó a otro que esperaba con 400 pasajeros en la estación Príncipe de Gales, en dirección a Puente Alto.

El hecho, que se registró en la mañana, dejó a cuatro personas lesionadas, y causó un retraso en el servicio que se prolongó durante seis horas.

Años antes, en 2002, tuvo lugar el primer descarrilamiento del Metro de Santiago en 27 años. El accidente se registró en la estación Las Rejas de la Línea 1, y afectó al correcto funcionamiento del sistema de tal forma, que durante el resto del día sólo funcionó el servicio entre las estaciones Escuela Militar y Estación Central.

Otro descarrilamiento es el que tuvo lugar en 2008, y que afectó a las estaciones Pajaritos, San Pablo y Neptuno. La gravedad del incidente fue tal, que durante la mañana sólo funcionaron 22 de los 39 trenes disponibles.

Entre los casos más particulares se encuentra el de un vehículo que, en 2005, bajó las escaleras de la estación de Metro Cal y Canto, estrellándose con la puerta de acceso.

Las dos personas que iban en el auto modelo Opel registraron, en esa ocasión, sólo lesiones leves, y fueron trasladados hasta la Posta Central.

El año pasado, uno de los casos que causó más conmoción fue el del sujeto que disparó contra el resto de los pasajeros del vagón que llegaba hasta la estación Plaza Maipú, quitándole la vida a dos pasajeros, hiriendo a otros cuatro, y luego quitándose la vida.

El hecho, que se registró en julio, fue captado por las cámaras de seguridad de la Estación, que dejaron registro de como el hombre salía del vagón como si nada hubiese pasado.