Desde hace una semana, los 75 jóvenes (de entre 18 y 24 años) que conforman la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil ensayan a toda máquina. Tienen una misión especial: a mediados de agosto van a subirse al escenario del Teatro Caupolicán para acompañar a Los Jaivas en la última celebración de sus 50 años de vida.
Se trata de un repertorio que han oído muchas veces y a su lado tiene un poderoso aliado: el director invitado para esta ocasión es Felipe Hidalgo, quien en 2006 dirigió la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana cuando interpretaron Mamalluca en el marco de la temporada de conciertos de la Quinta Vergara. Sabe exactamente lo que están haciendo: "Estos jóvenes tienen mucha cercanía con la música popular chilena, y particularmente con Los Jaivas. Para ellos se trata de algo único, pues el público será muy distinto. La sala tampoco es regular, por lo que todo tiene otro componente: el escenario, la cantidad de gente, las dimensiones, las luces, la expectación y eso enriquece la carrera de cualquier músico", dice.
Desde mediados de 2013, Los Jaivas están celebrando cinco décadas de carrera artística mediante la edición de nuevos discos y libros, programas de radio, recitales y una gran exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes, a la que asistieron 60 mil personas. También han añadido conciertos. "Queríamos que fuera especial y por eso sumamos los conciertos sinfónicos, donde se refleja una faceta desconocida del grupo. Todo esto, con el fin de agradecer a nuestro público. Gracias a ellos seguimos vivos", dice el bajista del grupo, Mario Mutis.
Tras la realización de dos fechas en Concepción (con la orquesta y coro de la Universidad de Concepción) y Temuco (con la Filarmónica de la ciudad), el 14 de agosto es el turno de Santiago. Bajo el título de Viaje sinfónico, por el Caupolicán desfilarán más de 140 músicos, entre los integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, el Coro Orfeo y los miembros de Los Jaivas.
AÑO 51
Originalmente, el concierto estaba fijado para diciembre de 2013, pero el revuelo de las elecciones presidenciales motivó su aplazamiento. De hecho, fue el año pasado cuando se cumplió medio siglo de que el grupo hiciera su debut. El 15 de marzo de 1963, en el Teatro Municipal de Viña del Mar, Eduardo, Claudio y Gabriel Parra se subieron por primera vez a un escenario junto a sus compañeros de colegio "Gato" Alquinta y Mario Mutis. El Liceo Guillermo Rivera celebraba un nuevo aniversario y el quinteto tenía la misión de animar la fiesta. Peinados a la gomina y con atuendos brillantes, entonaron boleros, rumbas y los clásicos de la Nueva Ola. La fecha quedó registrada en la bitácora del baterista Gabriel Parra y, tiempo después -ya conformados como banda y bajo el rótulo de High Bass-, la eligieron como hito fundacional
Pero el show de agosto también tiene su gracia: no por casualidad coincide con los 51 años de la banda. Es el broche de oro para 365 días de festejos. "Recibiremos este nuevo cumpleaños, a las 12 de la noche, en un gran escenario, tocando nuestro repertorio sinfónico. Será una noche mágica y entretenida, pues se trata de una música diferente, con sonidos inusuales, capaz de transportarte por caminos desconocidos y de tocar fibras que normalmente están tranquilas. Lo importante es que no son canciones de Los Jaivas transformadas al formato sinfónico, sino que obras concebidas para ser interpretadas con orquesta y coro", dice Mutis.
En la ocasión, y por primera vez, presentarán la totalidad de las obras sinfónicas de la banda: Letanías por el azar (1980), pieza conceptual estrenada en Holanda, que aún permanece inédita; Corre que te pillo (1973), grabada como lado B del single Indio hermano, y Mamalluca: las estrellas bajan a la tierra (1999), basada en los poemas de Eduardo Parra.
¿Las expectativas con Viaje sinfónico? "Que el techo del Caupolicán se levante varios metros con la emoción y el sentido de nuestra música. La música es una sola. Siempre hemos luchado por derribar los muros que separan lo clásico de lo popular", concluye el bajista.