Muy poco público llegó al estadio Monumental a ver el que pudo ser el último partido de Héctor Tapia como técnico de Colo Colo. El entrenador terminó contrato y ahora debe definir su futuro junto al presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, y la comisión de fútbol la próxima semana.
Ayer, en la fría tarde de Macul, el DT estuvo muy distinto a otras jornadas. Parecía no estar viviendo el encuentro ante Santiago Wanderers. Es cierto, el resultado importaba poco y nada, más allá de terminar el campeonato con una imagen positiva. Aun así, el ex delantero parecía estar lejos.
En el hotel de concentración se le observó muy silente, callado y pensativo, como sabiendo que se le vienen días complicados, donde tendrá que negociar con la directiva y tomar decisiones que no serán fáciles.
Esa misma sensación dejó en la cancha. El DT empezó el partido sentado en la banca y se levantó recién a los tres minutos del primer tiempo. Habló un par de veces con Gonzalo Fierro durante el cotejo y eso fue todo.
Cuando Esteban Paredes anotó el primero de sus dos goles corrió a la banca y le dio un abrazo. ¿Una señal de despedida? Por lo menos, en el camarín no se despidió de sus jugadores, sino que sólo les deseó que disfrutaran las vacaciones. En el plantel aseguran que no saben qué pasará.
Como sea, Tapia no cambió su discurso y mantuvo las dudas con respecto a su continuidad. Además, dio a entender que no removerá a nadie de su cuerpo técnico. Esta postura le podría traer graves consecuencias, porque en Blanco y Negro tienen una evaluación negativa del preparador físico Juan Ramírez.
De hecho, en la concesionaria sienten que el equipo fue superado físicamente por casi todos sus rivales en el último mes, hecho que quedó en evidencia, sobre todo, ante Independiente Santa Fe, en el Monumental, donde el Cacique cayó 3-0 por la Copa Libertadores e hipotecó la clasificación a octavos de final. Además, las continuas citaciones al Tribunal de Disciplina por reclamos y el episodio que vivió con Jhonny Herrera, a quien criticó por Twitter, también le juegan en contra.
Tapia tendrá que decidir si lo remueve o no. De no acceder a sacarlo de su cuerpo técnico, Tito estará poniendo en riesgo su renovación y podría abandonar Pedreros. Ayer, el DT otra vez pronunció palabras desafiantes, palabras que abren la puerta a que cualquier cosa pueda pasar.
"Veremos si existe el convencimiento de que somos lo que necesita Colo Colo. Me voy a satisfecho. Cuando asumí, mi objetivo era entregar el club en estas condiciones. Hasta ahora no he conversado con gente del club para saber si se continúa. Esto debería ser entre lunes y martes. Mi postura no ha cambiado, porque no ha existido una conversación que se tiene que dar", aseguró el ex delantero.
Tapia también realizó una buena evaluación de los 18 meses en que estuvo a cargo del Cacique. "Ha sido positivo. Cuando lo tomé era un club diferente, con un estado diferente. Hoy está recuperado, peleando los primeros lugares. Este Colo Colo va andando, no hay que empezar de cero", destacó.
Otro que tuvo una conducta llamativa fue Esteban Paredes. Celebró su segundo tanto de forma muy efusiva, besando la camiseta para después irse muy rápido a los vestuarios. Sin embargo, desde su círculo cercano afirmaron que se quedará y que no maneja ofertas.
En el vestuario lamentaron la mala campaña de local. "La principal falencia que tuvimos fue no ganar de local. Ahí se nos escaparon los torneos", aseguró Jean Beausejour.
"Había que terminar ganando por nuestra gente. Ojalá haya claridad rápido", apuró Felipe Flores.