Con la llegada de un nuevo técnico a un equipo siempre hay cambios. Algunas veces radicales y otras más bien pasivos. El caso de Mario Salas en Universidad Católica se acerca mucho más a la primera opción, quien llega a la precordillera con objetivos claros: recomponer el nivel de jugadores que no anduvieron bien el semestre pasado, motivar al plantel, revalorizarlo, y finalmente sacarlo campeón.
Con estos objetivos, el ex DT de Huachipato implementará su filosofía basada en su dibujo táctico 4-2-3-1. Y dentro de este esquema son varios los jugadores que perderán bonos. Entre ellos, los argentinos Mauro Obolo, Matías Cahais y Ramiro Costa. Los primeros dos llegaron bajo el mandato de Julio César Falcioni y no entrarían en los planes del nuevo adiestrador, sobre todo porque Salas se inclinará por David Llanos como el centro delantero titular de su equipo y además tiene como prioridad traer a Omar Merlo en la zona posterior.
En cuanto a Costa, el DT tendría decidido enviarlo a préstamo por las pocas opciones que tendría sí es que se llega a quedar.
En contraste, hay varios futbolistas cruzados que sonríen con la llegada del adiestrador. Al ya mencionado Llanos, quien en Huachipato anotó 13 goles el primer semestre con Salas en la banca, se suman otros jugadores. Uno de ellos es Diego Rojas. El joven y talentoso volante ya fue dirigido por el DT en el Sudamericano sub 20 de Argentina en 2013 y el Mundial de Turquía de la misma categoría y año. Aunque el titular de esa selección era Bryan Rabello, Rojas siempre fue valorado y tuvo minutos.
Otros que ganarían un espacio, serán Stefano Magnasco y José Luis Muñoz. El primero por su juventud y disciplina táctica (aunque tendrá que pelear un puesto ante el capitán Cristián Alvarez), mientras que Ribery por su capacidad ofensiva y su manejo en ambos perfiles del ataque.
Dos semanas tendrán los futbolistas de la UC para convencer a su nuevo DT, quien viene en busca de la esquiva corona número once para el equipo cruzado.