Amantes de la cerveza, del rock, de compartir una buena conversación en torno a un café y, más que todo, de las motos. "Esa es una buena definición de los fanáticos de las motos Harley-Davidson de la capital", dice Italo Jamett, director de la web motoqueros.cl.

De acuerdo con esos gustos, los "harlistas" de Santiago, que son cerca de 1.600, buscan en la ciudad lugares que cumplan con esas características. En ese afán encuentran unos tantos, como el Tavelli de Av. Las Condes y el Hard Rock Café, que abrió a comienzos de año en el mall Costanera Center, y de vez en cuando, el bar El Barril de Av. Vitacura. Ahora último se sumó uno que se inauguró hace seis meses en Av. Bilbao, cerca de El Bosque.

Mario Videla, presidente del Club de Harlistas, cuenta que en los años 90 adoptaron la costumbre de juntarse todos los miércoles en el pub El Barril. Sin embargo, desde hace tres meses cambiaron sus reuniones a Providencia, al Hard Rock Café.

"En Vitacura tuvimos algunos problemas con los vecinos y en Providencia eso no ocurre, entonces ahí podemos estar tranquilos y a nuestras anchas. Un miércoles es fácil ver entre 30 y 40 motos estacionadas fuera de ese lugar", cuenta Videla.

Una de las gracias de éste es que cuenta con un estacionamiento especial para ellos a un costado de la terraza que da hacia Av. Nueva Tobalaba.

"Para los fans de las Harley, estas son como sus guaguas. Por lo tanto, sentarse en la terraza, donde además se puede beber una cerveza mientras se escucha rock o blues -eso además de tener a la vista sus motos-, es un privilegio", señala Juan Eduardo Silva, socio de Hard Rock Café Santiago.

Más que un bar

Hace seis meses, en Av. Bilbao abrió Hard Road, otro espacio para los motoqueros capitalinos. "Este es un lugar completamente dedicado a ellos, porque es pub y restaurante, y también tenemos una agencia de turismo, que organiza tours en moto para recorrer el país. Además, funciona como hostal en el segundo piso, el que recibe a extranjeros que vienen para acá a hacer sus viajes por Chile", cuenta Carolina Molina, una de las dueñas del lugar.

Ahí mismo se pueden arrendar varios modelos de Harley-Davidson y, también, comprar ropa y accesorios vinculados a este hobby.

Jamett cuenta que los días viernes ya son un clásico en ese local. "Hay música en vivo, con blues y rock. Además, buenas cervezas artesanales y hamburguesas. No importa que llegues solo: ahí siempre vas a encontrar una cara conocida", explica este fanático de las motos.

Para otros, en vez de cerveza, el café es central entre los amigos que comparten este gusto. Gustavo Manzur, harlista hace más de 10 años, cuenta que junto a sus amigos tiene dos lugares de reunión: el Starbucks de Isidora Goyenechea y el Tavelli de Av. Las Condes 7089. "Sobre todo este último, muchas veces es el punto de partida para iniciar nuestras rutas fuera de Santiago, después de compartir un café por supuesto", cuenta Manzur.