Para mantener y crear una base de navegantes, Sebastián Vera se propuso reeditar una idea que hace diez años estaba enterrada: armar una escuela de copilotos.
En 2004 fue la última vez que se hizo un curso de este tipo. "Lo hicimos con mi padre, Sergio Vera, a través del desaparecido Rally Club de Chile", cuenta el navegante de Ruy Barbosa, uno de los profesores con otros copilotos como Pablo Vargas Zec y Aldo Zambra.
Esas charlas le quedaron grabadas a Sebastián, dice. "Teníamos la experiencia de hacer cursos masivos y que fueron buenos. Entonces, por qué no seguir con esto", explica.
Así nació la opción, en un momento complicado para el Negro. "Como estoy sin trabajo hace un mes, pude crear esta escuela porque demanda tiempo. Tenía muchas ganas de hacer esto y comencé a buscar materiales para las clases teóricas y prácticas", comenta. Cuando ya reunió lo suficiente, se lanzó en la empresa.
Para dictar el curso, Vera asegura ya tener su staff: "Felipe Espinoza y Martín Etcheverry me ayudarán, además de mi padre para lo técnico y yo". Espera, asimismo, llegar a un acuerdo con Alberto Álvarez. "Alguien de afuera no creo, porque se me escapan los costos", apunta.
En la primera edición, que se hará el 22 de este mes, la escuela será de dos días. El primero será teórico, de ocho horas, en un lugar a definir, mientras que en la segunda jornada, de tipo práctica, se correrá en un N3. "Yo manejaré el auto", dice Vera.
Al final, habrá un ganador. "Como premio, veremos que pueda cantarle la ruta a algún piloto en el shakedown del Motorshow", adelanta.
¿Alumnos? "Serán 14, pero tuvimos una preinscripción de 50", cuenta. Esto le ratifica las ganas de hacer más cursos y espera que a futuro pueda replicar las clases en regiones.
La meta para Sebastián es simple: "Espero que el próximo año, dos de estos alumnos puedan correr permanentemente". También Vera espera que el curso, que cuesta $ 70 mil, pueda ser apadrinado por algún organismo. "No me cierro a que la Fadech o el mismo Rally Mobil entren, pero por ahora no quiero, porque es un emprendimiento mío, un producto propio".
En Argentina también se hacen cursos. Laureano Grigera, navegante de Vicente García Huidobro, realiza hace un año charlas "para unos 25 chicos, a veces con equipos, y que va desde principiantes que no saben hasta copilotos que quieren perfeccionarse", como dice el transandino.
Tal como Vera, Grigera lo hace para "fomentar esto a futuro". "Cuando comencé hace 14 años nadie me explicó cómo era, aprendí de a poco. Hay que enseñarle a quienes nos reemplazarán y crear una bolsa de trabajo para nuevos copilotos".