Una mayoría de los neoyorquinos rechazan  las restricciones en las bebidas azucaradas propuestas por el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, y no están de acuerdo con sus medidas para presionar  en favor de la lactancia materna, según un sondeo publicado este jueves.

Según un sondeo de la universidad Quinnipiac, el 54% de los neoyorquinos  está en contra de la idea de Bloomberg de limitar a 470 ml el tamaño de las  bebidas soda individuales para luchar contra la obesidad. Un 42% se muestra en  cambio favorable a esta medida anunciada a finales de mayo, que podría entrar  en vigor la próxima primavera boreal.

Son todavía más numerosos, un 56% frente a un 24%, los que rechazan la  insistencia del alcalde para que las madres amamanten a sus bebes por razones  de salud.

A principios de agosto, la alcaldía anunció que iba a resultar más difícil obtener leches artificiales en ciertas salas de maternidad.  

Bloomberg, de 70 años, es a menudo acusado de estar obsesionado con las  cuestiones de salud y de atentar contra la sacrosanta libertad de sus  conciudadanos en este terreno.

A principios de junio y poco después del anuncio de las limitaciones a las  sodas, el Centro por la libertad de los Consumidores (Center for Consumer  Freedom) pagó una página de publicidad en el diario The New York Times en la  que se veía al alcalde ataviado con bata y pañuelo con la leyenda "los  neoyorquinos necesitan un alcalde, no una niñera".

Fue también Michael Bloomberg quien tomó la iniciativa de la prohibición de  fumar en los bares y restaurantes en 2003, una decisión que fue imitada en  muchos otros lugares, y que ahora el alcalde pretende ampliar a parques y  plazas de la ciudad.