Colo Colo volvió ayer a los entrenamientos en el estadio Monumental, luego de la pretemporada en Mantagua. La situación en el "Cacique", con respecto a la conformación del plantel, no cambia mucho, por lo que Omar Labruna sigue impaciente, ya que sólo cuenta con dos refuerzos: Emiliano Vecchio y Emilio Hernández.

Sin embargo, donde sí hay variaciones es en el organigrama del camarín popular, que ha sufrido variaciones en los últimos meses, donde se han ido importantes referentes del equipo.

Primero fue Pablo Contreras, quien a mediados de agosto del año pasado firmó en Olympiakos de Grecia. El defensa se fue del cuadro albo siendo el capitán, dejando la jineta en poder de otro defensa, Luis Mena.

Además, una vez finalizado el Torneo de Clausura, otro de los más antiguos dejó Macul: Alvaro Ormeño. El lateral terminó su contrato.

No fueron los únicos, ya que hace dos semanas Rodrigo Millar fue vendido a Atlas de Guadalajara.

El "Chino" tenía un rol preponderante en la interna del plantel, al igual que Contreras. Ambos se habían ganado la confianza del entrenador. Es más, fueron vitales en el grupo para mantener la calma en el difícil inicio en el campeonato pasado, transmitiendo las inquietudes del grupo al cuerpo técnico.

El nuevo orden

Sin esos tres pilares, el camarín albo se reorganizó. Si bien Mena se mantiene como el elemento más importante en la jerarquía del "Cacique", en el nuevo orden aparecen Gonzalo Fierro y Eduardo Lobos en un lugar preponderante.

El caso más llamativo es el del arquero. Después de varios meses de duda, el meta volvió al club, pese a que no quería debido a problemas sufridos en épocas pasadas.

Sin embargo, desde el primer momento, Labruna le dio la confianza necesaria y lo utilizó en las prácticas como titular. De ahí en adelante, Lobos de a poco empezó a soltarse y a asumir el papel que le correspondía, y ni siquiera suma un mes desde que volvió a Macul.

En Mantagua, el ex Unión Española desplegó toda su experiencia y dejó aflorar esa autoridad que le da el haber sido formado en el "Cacique". Así, durante los entrenamientos se le vio muy comunicativo con los defensas, repartiendo instrucciones constantemente e interactuando mucho con Mena, a quien conoce desde hace años.

Si bien Fierro se trata de un jugador de más bajo perfil, también tiene un papel importante.

"Mena, Lobos y Fierro son los que han tomado las riendas. Se nota en los consejos que dan, las palabras que nos dicen y han sido los intermediarios con el cuerpo técnico y los dirigentes", revelan en el plantel popular.

Felipe Flores y Mauro Olivi también tienen ascendencia en el grupo, aunque con roles más pequeños.

LABRÍN DESTRABA SALIDA DE PALERMO

Muy molesto está el técnico Omar Labruna. Blanco y Negro le exigió el título, pero el entrenador siente que no tiene las herramientas suficientes, pues apenas han contratado a dos refuerzos: Emilio Hernández y Emiliano Vecchio.

De hecho, el DT espera que lleguen dos defensas, ya que no podrá contar con el lesionado Sebastián Toro. Eso sí, lo más probable es que sólo le traigan uno.

Y el que está muy cerca es Carlos Labrín. El zaguero  de Palermo destrabó ayer su salida del elenco italiano, por lo que tiene el camino despejado para sellar su arribo a Colo Colo.

Los agentes del jugador realizaron las gestiones correspondientes y lograron que los isleños accedieran a prestar al ex defensa de Huachipato por el monto ofrecido por los albos y por un año, tal como requerían, pensando en que jugarán la Copa Sudamericana el segundo semestre.

"Ya hay un acuerdo en todos los puntos. La decisión ahora la tiene que tomar Colo Colo. Palermo aceptó prestarlo por una temporada y bajó la cifra que pedía por la operación. Hoy se debería anunciar su fichaje, pero depende de Colo Colo", asegura un cercano a las negociaciones.