Alexis Sánchez es la referencia de ataque de Chile ante Portugal. El llamado a marcar la diferencia en un partido estrecho, en el que los espacios no sobran y en el que cada equipo ha apostado más por evitar el error defensivo que por arriesgar en busca de un acierto propio.
El Niño Maravilla, sin embargo, no logró vulnerar a la defensa del campeón de Europa e incluso debió retrasarse varios metros para tener contacto con el balón.