Por eso la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) reabrió las aguas para la pesca comercial y deportiva en dicho estado costero del Golfo de México.
Pero los barcos no salen a faenar como deberían para aprovechar lo que queda de la temporada de pesca. La culpa la tendría el petróleo que no se ve.
El gobierno asegura que la vida marina no ha sufrido contaminación y que "el área tiene un bajo riesgo de futuras exposiciones al aceite", según comunicó la NOAA.
Pero muchos pescadores locales, desde artesanales hasta industriales, desconfían; sobre todo porque no logran que Washington se comprometa a que cualquier demanda que ellos sufran sea respondida por BP, y no por los productores, como manda la ley.
En Biloxi, una de las principales ciudades costeras de Misisipi, la incertidumbre de la industria incide en una economía que apenas se recuperaba del destructivo paso del huracán Katrina de 2005 y los efectos de la recesión del 2008.
TEMOR AL TRABAJO
Keith Ladner, es el segundo distribuidor de productos pesqueros de Misisipi. Su negocio de US$7 millones anuales fue establecido por sus abuelos en los años 30 y actualmente surte a 13 estados del país. Afirma que nunca había habido tanta incertidumbre.
La flota de 70 barcos que le suple de camarones y ostras está atada al embarcadero, y las instalaciones donde esa carga marina suele ser transferida a contenedores refrigerados luce vacía. No hay trabajo porque hay temor.
"Hay muchas cosas que estoy viendo y escuchando que me asustan. Mientras la responsabilidad recaiga en las espaldas de la industria pesquera, no le puedo decir a mis pescadores que arranquen a trabajar. Estoy realmente asustado de hacer algo que vaya a afectar el negocio vendiendo algo que no sea seguro", dijo Ladner a BBC Mundo.
"La respuesta del gobierno ha sido muy pobre, porque deberían apoyar lo que dicen. Si aseguran que la pesca es segura, entonces protéjannos, necesitamos alguna documentación que demuestre que si somos demandados ellos harán lo correcto", lo que para Ladner significa que BP asuma el costo de posibles acciones legales.
"Pareciera que BP está recibiendo un cheque en blanco. Se le está dando una vía de escape al dejar que sean los entes gubernamentales quienes asuman el manejo. Creo que BP debería estar en esto hasta que se termine en los próximos años", agregó.
EL OSTRA 1
El tiempo es uno de los factores asociados con las dudas. Del desastre del tanquero Exxon Valdez, encallado en las costas de Alaska en 1988, quedaron lecciones que algunos dicen que se están ignorando sobre cómo la fauna marina puede verse afectada.
Uno de los desconfiados es Ed Cake, un oceanógrafo especializado en biología de las ostras, quien se ha convertido en la referencia científica regional. Su pasión por la vida marina queda patente en la placa de su auto: Ostra1.
"Es muy temprano para decir que el derrame pasó y que no hay efecto en los productos marinos. Esa es mi mayor preocupación. No deberíamos estar tomando decisiones tan pronto y reabrir las zonas pesqueras", afirmó Cake a BBC Mundo.
"La mayor parte del petróleo sigue en el mar. Es como un iceberg, una parte flota, pero el resto está sumergido. Y hasta que eso recorra la cadena alimenticia marina no sabrás cuánto se habrá ido y cuál puede ser el efecto".
"La pregunta es ¿cuál es la prisa por terminar con esto? Primero porque dependiendo de la cantidad de petróleo que se recoja se impondrá la multa a BP, y si se cierra el caso es posible que parte de ese petróleo nunca llegue a documentarse. Lo segundo a considerar es el tema económico, porque el gobernador y la industria turística quieren que regrese la gente pronto para que gasten su dinero en nuestros hoteles, restaurantes y tiendas".
SIEMPRE DE ULTIMO
El derrame ha impactado el turismo, otra de las actividades económicas importantes de Biloxi, donde marinas deportivas y casinos suelen ser destino para miles en el verano.
"Misisipi tiene una larga tradición de estar rezagado en todos los indicadores económicos", dijo a BBC Mundo Alice Graham, directora del Grupo Religioso para Desastres de la Costa del Misisipi, que coordina las organizaciones que operan en la zona.
"El derrame fue como un golpe en el estómago (…) y dejó una sensación en la comunidad de que no somos valorados, que no somos importantes", aseguró Graham, quien dejó el seminario en el que daba clases en Carolina del Norte y se estableció en la zona para ayudar a la recuperación después de Katrina.
"En los años posteriores a Katrina las organizaciones no gubernamentales han trabajado duro en el área. Así que cuando se produjo el derrame estábamos listos para ayudar. Creo que esa es la historia de éxito, entre estas dos grandes catástrofes".
Sin embargo, Graham comenta que las organizaciones de ayuda parecen estar llegando al límite de sus capacidades, como demostraría el desabastecimiento en los bancos de comida con los que han estado socorriendo a los más pobres y a los desempleados.
Muchos en Misisipi temen que la agudización de la pobreza endémica que padece la región podría el efecto más duradero que les deje el derrame petrolero.
DIARIO DEL DERRAME
* 20 de abril: explota la plataforma de Deepwater Horizon. Mueren 11 personas.
* 28 de abril: Guardias costeros temen que éste sea el peor derrame en la historia de EE.UU.
* 8 de mayo: Un gigantesco domo de metal no logra contener el derrame
* 2 de junio: gobierno de EE.UU. inicia investigación criminal
* 15 de julio: nuevo tapón frena temporalmente el vertido
* 4 de agosto: BP dice que logró frenar el derrame. Obama anuncia el fin de la batalla para parar el vertido.