De continuar con el actual ritmo de consumo de agua, en 2030, faltará un 40% del líquido que el planeta necesitaría para subsistir. Esto podría eventualmente generar conflictos entre diferentes sectores económicos y países, según informó la ONU en un informe presentado en el Día Mundial del Agua, el 22 de marzo.
Incluso de aquí a 2050, el sector que más agua consume, la agricultura, tendrá que producir un 60% más de alimentos a nivel mundial y un 100% más en los países en desarrollo.
En Chile, la sequía está afectando a varias regiones. Varios países del globo viven la peor sequía en años. Brasil, por ejemplo, sufre el peor fenómeno en 80 años, palpable en Sao Paulo.
Pero también hay naciones que han logrado hacer frente a este problema. Y con gran éxito. Tener un 60% de territorio desértico ha posicionado a Israel como un líder tecnológico en el área.
Este país ha hecho grandes avances en las últimas décadas. En el año 2000 su balanza hídrica era muy negativa y para continuar con el consumo normal de agua, hubieran tenido que reducir drásticamente la agricultura, la industria o la construcción.
Entonces decidieron que la desalinización en gran escala era la mejor solución. La primera planta de este tipo entró en funcionamiento en 2005 y actualmente ya hay cinco plantas de similares características, que proveen un cuarto del suministro de agua del país.
Israel también es líder en reciclaje de agua. El 80% de sus aguas residuales purificadas vuelven a utilizarse en la agricultura. El país también está asesorando a California para construir lo que será la mayor planta de desalinización de agua de mar del hemisferio occidental. El Estado norteamericano sufre una de las mayores sequías de su historia. El proyecto, que estará finalizado en 2016, podrá proveer casi 200 millones de litros de agua potable al día.
El director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la U. de Chile, Fernando Santibáñez explicó a La Tercera que el caso de California hay que investigarlo de cerca ya que "su clima y sus problemáticas son muy similares a la nuestra", por ejemplo con el Valle del Maipo. "El mapa es muy parecido, es una de las experiencias que habría que tomar en cuenta", explica.
En el caso de China, la sequía le cuesta al país más del 2% de su PIB, sobre todo por los problemas de salud que conllevan.
Para enfrentar el problema, completó en 2014 uno de los mega proyectos más grandes de la historia: el South-North Water Transfer Project, también conocido como el proyecto de desviación de aguas, una infraestructura que busca llevar agua del sur al norte, a través de un canal de 1.200 kilómetros. Esto a través del río Yangtzé del norte, hacia la capital, Beijing.
Es una idea que Mao Tse-Tung venía discutiendo desde 1952, por los problemas históricos del norte de China. "Hay mucha agua en el sur, pero no tanta en el norte. Si es posible, tomar prestada un poco de agua sería bueno", dijo en esa época.
En 2014 ya se habían gastado US$ 79 mil millones, convirtiéndolo en uno de los proyectos de ingeniería más caros del mundo. Sin embargo, el proyecto no ha estado exento de polémica. Sus críticos aseguran que esta mega obra no será suficiente para enfrentar los problemas de sequía y contaminación.
En septiembre de 2014, The Economist sugirió que lo que realmente aliviaría los problemas de China sería ponerle precios correctos al agua. "Los precios han subido un poco recientemente, pero incluso en lugares donde el agua es escasa, es ridículamente barata y como resultado, hay un desperdicio colosal", asegura.
Otro caso de éxito es el manejo que España ha tenido frente a la sequía que enfrenta en el sur, donde implementaron micro canalizadores para captar la lluvia y tomar medidas para mantenerla limpia en un proceso que también es conocido como Water Harvesting. Este sistema es utilizado también con éxito en Argelia y Marruecos.