En el Museo de la Revolución Nacional en La Paz hay cuatro enormes murales, inspirados en el trabajo de los mexicanos David Siqueiros y Diego Rivera. En una de estas colosales pinturas, obra de Miguel Alandia Pantoja, un enorme cóndor se devora a un águila que representa al "imperialismo", mientras mineros, indígenas y mujeres celebran, con sus armas y puños en alto, el triunfo de la Revolución de 1952.

Este proceso, llevado adelante por Víctor Paz Estenssoro (1952-1954/1960-1964/1985-1989), fue fruto de un levantamiento de indígenas, mineros, campesinos y ciudadanos del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Esa revolución llevó adelante la nacionalización de la minería, la reforma agraria y educativa, y el voto universal. Para muchos analistas, hay un evidente paralelo entre 1952 y el proceso que lidera Evo Morales.

"Sí, hay muchas similitudes, porque Evo nacionalizó los hidrocarburos y ha llevado reformas importantes. Pero a Evo no le gusta la comparación, porque en su último mandato, Paz Estenssoro llevó adelante un gobierno conservador", explica a La Tercera el analista paceño Carlos Cordero y custodio del Museo de la Revolución.

Para el cientista político Carlos Toranzo: "El modelo económico que sigue y despliega el MAS desde hace casi nueve años no es para nada un socialismo del siglo XXI, tampoco es un capitalismo andino amazónico ni tiene nada que ver con una construcción post liberal. Lo que está en escena es una reproducción ampliada y más profunda de lo que hizo la Revolución de 1952 en sus primeros años; es decir, la construcción de un capitalismo de Estado, con un fuerte despliegue de la economía mixta, en la cual el Estado es parte nodal de la economía, como también lo es la empresa privada, sea nacional o extranjera".