Los partidos norirlandeses han efectuado "avances" y podrían estar más cerca de lograr un acuerdo sobre cuestiones que afectan al proceso de paz en la provincia británica, informó hoy la cadena BBC.

Después de una noche de intensas conversaciones, las formaciones han acercado al parecer posiciones respecto a asuntos como el de las banderas, los desfiles protestantes y el legado de casi 30 años de un conflicto armado que causó más de 3.500 muertos.

Los partidos también mantienen diferencias sobre la adopción de una política presupuestaria común y la reforma del sistema de bienestar social, lo que pone en peligro el funcionamiento del Gobierno autónomo de Belfast de poder compartido entre protestantes y católicos.

Una fuente cercana a las negociaciones indicó a la BBC que las partes podrían estar de acuerdo en financiar el sistema de bienestar social a través de un fondo especial "flexible" contenido en el presupuesto general del Ejecutivo norirlandés.

Según fuentes oficiales, las conversaciones entre los partidos continuarán durante la jornada de hoy y contarán de nuevo con la participación de la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, y el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Charlie Flanagan.

Las cinco formaciones que forman el Gobierno norirlandés ya rechazaron la pasada semana un "paquete de ayuda" financiera de mil millones de libras (1.260 millones de euros) ofrecido por Londres y Dublín a cambio de que logren un acuerdo, pero lo han considerado insuficiente.

El Sinn Féin, antiguo brazo político del IRA y principal representante de la comunidad católica-nacionalista, se niega a aplicar la política de austeridad impuesta por Londres a sus regiones y rechaza recortes en el sistema de bienestar.

Por contra, el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) -partidario de la permanencia en el Reino Unido- entiende que el ajuste es necesario para hacer frente a la crisis económica.

Los Gobiernos británico e irlandés confían en que los partidos llegarán a un acuerdo antes de fin de año, dado que después todas las partes seguramente endurecerán sus posiciones ante la celebración en mayo de elecciones generales en el Reino Unido.