Nicolás Santiesteban, junto a sus hermanos, es heredero, de la emblemática confitería Fruna. Marca que, como él indica, está "en la médula del pueblo". Esto, por sus precios, incluso 50% más bajos que la competencia, asegura. "El consumidor de Fruna es un trabajador promedio, una persona común y corriente", dice el denominado Willy Wonka chileno.

Reacio a hablar con los medios, Santiesteban cuenta que su hermetismo sólo busca cuidar lo que les ha costado esfuerzo construir y mantener. "Nicofruna", como se hace llamar en redes sociales, subió esta semana a Instagram una foto de un helado con forma de avión que la firma pondrá en los próximos días en el mercado. Y le preguntó a sus 44.300 seguidores cómo bautizarlo. "Teníamos el molde en forma de avión, y el rojo y el blanco se asimilaban bastante al SuperTanker", dice.

En cuestión de horas los "Frunalovers", quienes al igual que todo el país se mantenían expectantes a las noticias del incendio, empezaron a responder que el helado debería llamarse como el Boeing 747, el contraincendios más grande del mundo que aterrizó en el país el 25 de enero pasado. "Todos los chilenos vimos cuando vino el avión, estábamos pendientes de que llegara del primer vuelo con el estanque lleno", dice Santiesteban.

El Super Tanker costará menos de cien pesos, y aunque no quiere hablar de proyecciones de ventas, porque "los productos Fruna no tienen problema en venderse", anuncia que apenas el helado esté en el mercado enviarán de regalo al sur un camión cargado con el producto, "para llevar alegría a los niños de la tragedia". Así mismo lo anunció por Twitter: "En Fruna no somos de cartón. Por eso nos comprometemos con un camión de helados Súper Tanker para los niños en la etapa de reconstrucción".

A cargo de la publicidad y marketing de la compañía, Nicolás ha encabezado las donaciones de la empresa para las zonas afectadas. "Mandamos un camión con 12 mil litros de agua a Bomberos, 11 mil barras de cereales a Empedrado y lo hicimos públicamente para que las otras empresas siguieran el ejemplo", asegura, y confirma que también producirán un helado en honor al avión ruso Ilyushin II-76, la otra súper nave que llegó a combatir los incendios. Pese a no tener fecha de lanzamiento, adelanta que el "Luchín", como popularmente se le ha llamado al carguero de 47 metros de largo, estará en el mercado. "Nuestra misma gente lo pidió", dice.

Sin sello

Según Santiesteban, Fruna fue la primera marca nacional en presentar sellos en sus productos, incluso antes de que comenzara a regir formalmente la Ley de Etiquetados de Alimentos que obligó a incluir en los envases advertencias y límites de azúcar, grasa, sodio y calorías contenidas.

Pese a que la mayor parte de los productos Fruna tienen más de dos sellos, ello no repercutió negativamente en las ventas. Al contrario, dice Santiesteban, los motivó a crear una nueva oferta de alimentos "sin sello", como una barra de cereal, agua carbonatada y una línea de bebidas zero. "Y este año queremos sacar helado y galletas zero", adelanta. Todo, sin dejar de producir los confites y snack que los han hecho famosos por décadas.

Y aunque no entrega cifras, asegura que no les va mal. Actualmente un 5% aproximadamente de su producción se exporta hacia países centroamericanos, como Panamá, El Salvador y Guatemala, entre otros, mientras que en Sudamérica Fruna se vende como una marca económica en Bolivia y Uruguay. Desde que se fundó la compañía, sus balances son uno de los secretos mejor guardados.

Antes de expandir el mercado externo, la compañía busca seguir creciendo en Chile y abrir sucursales en Atacama, Punta Arenas y Calama. En cuanto a productos, además de los "sin sellos", este año pretenden incursionar en masticables y gomitas infantiles. "Fruna tiene las típicas gomitas de eucaliptos y unas gomifruts, ahora queremos unas infantiles con formas de ositos y autitos, algo así", dice.

Fruna nació en 1964 como un negocio familiar con quince personas y hoy tiene más de tres mil trabajadores y 25 locales a lo largo de Chile. Hace 45 años compraron a su competidora Serrano y hoy comercializan algunos productos bajo esa marca; "el caramelo que ocupa Fruna es Serrano", explica.

Se consideran como una marca popular y con tradición, pero reconocen que la innovación es necesaria. "Nosotros mantenemos nuestros envases tradicionales, pero también tenemos que ir a la vanguardia e inventar productos que van saliendo del día a día, como nos pasó ahora", dice respecto de los nuevos helados. Lo mismo ocurre con los snacks, "siempre hemos tenido suflé, hace muchos años, solamente que ahora cambiamos el formato y logramos impactar un poquito al mercado".

Mientras que la fecha de lanzamiento de los helados sigue siendo un misterio, Santiesteban adelanta que habrá "varias sorpresas más".