Saliendo desde el aeropuerto de Balmaceda, es preponderante tomar en cuanto sea posible la ruta 7 o más conocida como la Carretera Austral. En ese momento, el paisaje comienza a tomar ribetes inesperados, y en un par de días, se podrá tener acceso a uno de los paisajes más puros que tiene el país.
Uno de los primeros atractivos con que los visitantes se pueden encontrar es con la Reserva Nacional Cerro Castillo, el cual tiene varios senderos que fueron direccionados por colonos para el paso del ganado, pero que hoy son turísticos.
Una de las vistas más hermosas que posee es el imponente Cerro Castillo, que se ha convertido en uno de los puntos más interesantes para las actividades al aire libre, debido a sus 2.675 metros de altura. Es más, muchos de los lodge que se encuentran a los alrededores realizan caminatas y cabalgatas a la zona.
Hacia el sur es posible llegar a Puerto Tranquilo, frente al Lago General Carrera. La vista no es para nada mezquina, ya que las combinaciones de luces del sol con el agua y las nubes originan grandes imágenes que son dignas de fotografiarse.
Es en este punto cuando por $5.000 por persona, se toma una embarcación que se dirige a la Catedral de Mármol. A pesar de que hasta el momento nadie se hace cargo del lugar en cuanto a su cuidado, se mantiene en perfectas condiciones y en su origen natural, con sus afloramientos que se encuentran a lo largo de una franja costera de 300 metros de longitud.
Estas imponentes estructuras están formadas por carbonato de calcio en las costas del Lago General Carrera, que aún son muy jóvenes, con sólo 3.800 millones de años, nada en comparación con otras similares en el mundo.
Desde Puerto Tranquilo también se realizan diversas excursiones a Glaciar Exploradores, donde el permiso al sendero es de $3.000 para adultos. Este camino en altura está lleno de verde y vegetación típica de la zona.
Por otro lado, más al sur los turistas se pueden encontrar con el río Baker, el que nace en el extremo del Lago Bertrand. Específicamente el atractivo mayor es la confluencia con el río Neff, zona de inundación con el proyecto de HidroAysén, por lo que en estos momentos tiene más valor su visita, cuyo sendero es completamente gratuito para los turistas.