Sergio Jadue pidió un árbitro de categoría, y lo consiguió. Basta echar un vistazo a la larga carrera de Howard Webb, designado por la FIFA para dirigir el encuentro entre Chile y Brasil, para notar que al ex sargento de policia reconocimientos no le faltan y que ya ha dicho presente en competiciones del primer órden del fútbol mundial.
De hecho, el inglés que dirige desde 1989, fue elegido en 2009 por la IFFHS como el tercer mejor árbitro del la temporada. Al año siguiente subió la apuesta y recibió los honores del primer puesto: El mejor del mundo.
Pero su larga carrera no ha estado excenta de polémicas. Sin ir más lejos, el 2013 tuvo una de sus peores actuaciones en un partido de la Premier League entre Sunderland y Newcastle. Todos cargaron contra él después de anular dos goles a Papiss Cissé y no señalar dos claros penales a favor del Sunderland. Una semana más tarde, Webb apareció dirigiendo en la segunda división británica.
Otro momento tenso en su carrera lo vivió en 2012 con el siempre bullicioso Mario Balotelli. El centrodelantero italiano, entonces en Manchester City, protagonizó un incidente en cancha con Scott Parker, que lo acusó de un pisotón en la cabeza, que le valdría una suspensión de cuatro partidos. Webb negó ver la falta, y el castigo vino por oficio, mientras "Supermario" alegaba que no había sido una agresión intencional. "Webb debería ser sancionado de por vida. El vio lo que sucedió y no dijo nada porque es un cobarde. Prefirió cuidar su prestigio a la verdad", fustigó el agente del jugador.
Pero entre todas las polémicas, el episodio más recordado se vivió sin duda hace cuatro años, en la definición de Sudáfrica 2010 entre España y Holanda. "Esa final cambió mi vida", dijo Webb. Y claro, cabe si se piensa en la importancia del momento, pero también por la ola de críticas que recibió tras su presentación. El inglés no pudo detener nunca el brusco juego de los holandeses e ignoró el patadón de Nigel De Jong a Xabi Alonso, un poco más abajo del cuello, jugada que, a su juicio, solo era merecedora de tarjeta amarilla.
"Cada vez que cometemos un error es doloroso. Tiene impacto en la suerte de un equipo, un jugador, un entrenador y hasta en nuestra reputación. Ese fue un choque muy intenso, apretado. Es así, uno tiene que lidiar con lo que le toca, hacer lo que cree que es mejor y con las mejores intenciones. Uno aprende de esas situaciones", señaló Webb sobre el partido. Es de esperar que ante Chile, la lección esté aprendida.