El proyecto de Ley Nacional de Medicamentos ingresó al Congreso en mayo de 2009, se votó ayer en segunda instancia en la Cámara de Diputados, aprobándose por mayoría los artículos de la iniciativa y su destino debe resolverse en la Comisión de Salud del Senado, los próximos días.

La iniciativa se convirtió en un caballo de batalla para el Ministerio de Salud y pretende "resolver" un compromiso de gobierno que se estableció el 21 de mayo de 2010: asegurar a través del mercado el acceso a fármacos de calidad y a un precio justo.

Sin embargo, en abril de este año, la propuesta fue intervenida también por la Comisión de Hacienda de la Cámara, cuyas indicaciones generaron malestar por parte de la industria farmacéutica internacional e incluso el Colegio Médico. Entre los puntos que provocó controversia se encuentra la venta fraccionada de medicamentos a los pacientes, dado que las empresas argumentan que los precios de los fármacos "van a elevarse" y la venta de medicamentos en góndolas fuera de farmacias.

Para la cartera de salud, la votación de la Cámara simboliza una "victoria", en cambio, el ministro de economía Félix de Vicente, considera que "las farmacias han hecho un fuerte trabajo contra la protección" de los consumidores, refiriéndose al rechazo del artículo que propone la venta libre de remedios fuera locales farmacéuticos.

LOS QUE GANARON

MINSAL:
"Le doblamos la mano a las industrias y cadenas que se coluden", comentó el ministro de salud Jaime Mañalich, al poco rato de que la Cámara aprobara la mayoría de los artículos que habían sido propuestos por la cartera.

Para el ministerio de salud el resultado significó una "victoria", tomando en cuenta las indicaciones votadas "a favor" por los diputados.

Un artículo tiene relación con que las personas podrán acceder a la intercambiabilidad de sus recetas con medicamentos de marca por remedios bioequivalentes, los cuales producen el mismo efecto terapéutico. Sin embargo, para el Minsal, fue una pérdida dentro de la batalla que los parlamentarios rechazaran el que obligaba a los médicos a indicar el nombre genérico de los remedios en sus recetas médicas. Los facultativos entonces, tienen libertad para escribir el nombre de fantasía.
 
En la línea de facilitar el acceso, se aprobó también que los medicamentos sin receta médica estén con sus precios impresos a disposición del público en las góndolas de las farmacias.

También salud aplaudió la medida que permitirá abastecer zonas extremas de medicamentos: Si no se instala un almacén farmacéutico, ni tampoco una cadena de farmacia en una zona extrema, la iniciativa plantea que desde los Centros de Salud Familiar (CESFAM), o postas rurales, se vendan remedios.

Entre los puntos aprobados que impulsó salud, también está el fraccionamiento de los medicamentos, lo que quiere decir que las personas no tendrán que comprar una caja de remedios para tomarse sólo dos pastillas, sino que éstas ahora se venderán por separado.

Lo que rechazaron los parlamentarios también y que propuso salud, fue la creación de un "petitorio farmacéutico" con el que deberían contar los establecimientos de expendio de remedios.

COLEGIO MÉDICO:
Desde que la Comisión de Hacienda estableció la observación de ampliar la venta de fármacos en góndolas a otros locales comerciales que no fueran farmacias, el Colegio Médico asumió una postura en contra de la iniciativa. Los facultativos consideran que puede ser "peligroso" para la salud de las personas que se liberen los fármacos, dado que la Cámara votó contra la idea, los representantes de la entidad pueden considerarse ganadores.


FARMACIAS:
Continuarán siendo el expendio que lidere la venta de fármacos con o sin receta médica, con el respaldo del Código Sanitario. Si bien los diputados rechazaron la venta en góndolas de medicamentos en otros locales, dentro de las farmacias sí se podrá acceder a remedios de libre venta, a través de esta modalidad.

LOS QUE PERDIERON

ECONOMÍA:
La intervención de la Comisión de Hacienda, en lo que comenzó como un proyecto de la cartera de salud, incluyó en la iniciativa la idea de que se vendan fármacos sin receta médica en góndolas de las farmacias y locales comerciales de otro giro.

La petición de Economía, generó las críticas inmediatas desde el Colegio Médico y la industria farmacéutica, quienes aluden a que entregar remedios en recintos donde no se cuente con orientadores de la salud para atender las necesidades de los pacientes, puede ponerlos "en peligro".

Los parlamentarios rechazaron finalmente la moción. En caso de aprobarse la nominada Ley de Fármacos, solo se podrán instalar góndolas dentro de las farmacias, pero no fuera de ellas.

Economía "perdió": el artículo que ha defendido desde su intervención, peligra.

Tal fue la derrota, que el ministro de la cartera, Félix de Vicente, manifestó que la industria farmacéutica, realizó "un trabajo fuerte en contra de permitirles a montones de chilenos que no tienen posibilidad de comprar una aspirina o parche león en su comuna".

Pero en economía no se quedarán de brazos cruzados, porque desde el ministerio se está evaluando reponer en el próximo trámite legislativo -la Comisión de Salud del Senado- la indicación que permite ampliar la venta de remedios a otros locales comerciales.

En medio de este escenario, por su parte el ministro de salud Jaime Mañalich, también apoyó la postura de Economía.

SUPERMERCADOS:
Si bien públicamente no han propuesto ser vendedores de fármacos que no ameriten receta médica, tras el rechazo de los parlamentarios a la moción que busca ampliar el negocio a otros locales que no sean farmacias, la presidenta de Supermercados de Chile, Susana Carey, considera que con la votación "perdió la gente".

LA INDUSTRIA INTERNACIONAL:
Desde la Cámara de la Innovación Farmacéutica (CIF), las observaciones frente a la nueva Ley, apuntan a la "intercambiabilidad y fraccionamiento de medicamentos".

Para el presidente de CIF, Richard Nevares "el proyecto, tal como fue despachado, contiene falencias que nos resultan preocupantes para la salud de los chilenos", dijo a La Tercera.

Respecto a la "intercambiabilidad", que fue aprobada, el proyecto deja en manos  del dependiente de farmacia, el cambiar el producto para algunos medicamentos a los que no se les pide bioequivalencia (ejemplo: inyectables, inhaladores, moléculas compuestas, y muchas más.)
Por su parte CIF argumenta que "la OMS señala que ellos sólo pueden ser intercambiables si tienen los mismos excipientes, las mismas cantidades y se disponen en el mismo dispositivo", comentó Nevares.

En cuanto al "fraccionamiento de los remedios", que también aprobó la Cámara, para CIF, "es delicado por el riesgo de manipulación sin tecnología adecuada y de contaminación cruzada, la inminencia de cambios en la vida útil del medicamento, además modificaciones en registros de producción y calidad que dificultaría la estimación del vencimiento", considera el presidente de la compañía.

Nevares indicó que la industria farmacéutica, calcula que "los costos implícitos del fraccionamiento, que aumentarían considerablemente –según CIF- ya que se estima que existen más de 2.700 farmacias en el país que deberían establecer áreas adecuadas para realizar el fraccionamiento, con estándares  que aseguren la calidad."