Una abogada y el gerente del local son los dos rehenes que murieron el lunes en el secuestro en un café situado en el centro financiero de Sídney, que acabó con la intervención de la policía y que además dejó seis heridos, informaron hoy los medios locales.

La australiana Katrina Dawson, de 38 años, ejercía de letrada de Sídney y era madre de tres niños, y su compatriota Tori Johnson, de 34, trabajaba de gerente del establecimiento asaltado, según la cadena local ABC.

El canal 9 de la televisión local informó de que al parecer Johnson intentó desarmar al secuestrador, identificado como Man Haron Monis o el jeque Haron, cuando este comenzó a disparar, lo que motivó la intervención policial.

La Policía no ha ofrecido detalles de lo ocurrido en el interior del local Lindt Chocolate Cafe, ubicado en la zona financiara Martin Place. 

Los heridos son cinco mujeres, tres de ellas con heridas de bala, y un agente policial que fueron atendidos en hospitales de la zona.

Todos ellos permanecen en condición estable, confirmó la policía en un comunicado. 

El llamado jeque Haron entró el lunes por la mañana en el café y secuestró a 17 personas que había en su interior, entre personal y clientes.

Entre los rehenes se encontraba la empresaria brasileña Marcia Mikhael, quien durante el secuestro escribió en su página de Facebook que el secuestrador "ahora nos está amenazando con matarnos. Necesitamos ayuda ahora mismo. El hombre quiere que el mundo sepa que Australia está bajo el ataque del Estado Islámico".

La policía intervino transcurridas casi 17 horas de secuestro.

El primer ministro australiano, Tony Abbott, y el presidente del estado de Nueva Gales del Sur, Mark Baird, ordenaron izar a media asta la bandera nacional en los edificios públicos en señal de respeto y luto por la dos "víctimas inocentes".

La calle peatonal de Martin Place se ha llenado de ofrendas florales, una de ellas un ramo de rosas depositado por el ciudadano Allen Jing, de 25 años, quien expresó emocionado que era un cliente regular del establecimiento asaltado.

"Es difícil explicar cómo te hace sentir algo como esto, creo que solamente estoy contento de estar con vida", dijo Jing a la cadena local ABC.

Las autoridades, que investigan los hechos, mantienen cerrada la zona aledaña al corazón financiero de Sídney, la calle peatonal Martin Place, donde se encuentra el Banco de la Reserva Australiana, mientras que el consulado de Estados Unidos en la ciudad anunció la víspera que no atendería al público por los trágicos sucesos.

"Hay lecciones que aprender y decidiremos tras el análisis de este incidente cuáles debemos aprender", dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, en rueda de prensa en Canberra.

Abbott declaró que el agresor tenía "un largo historial de violencia, obsesión por el extremismo e inestabilidad mental".

El secuestrador era un radical iraní que llegó a Australia en 1996 y le fue concedido asilo político. Cambió su nombre, Manteghi Bourjerdi, por el de Man Haron Monis y adoptó el título de jeque Haron.

En los últimos años había protagonizado numerosas protestas contra la intervención militar de Australia en Afganistán, además de tener cuentas pendientes con la justicia por violencia y asalto sexual, entre otros cargos.