Hace sólo un par de semanas, la ceremonia de entrega de los premios Grammy, el honor más importante de la industria musical estadounidense, no aspectaba tan bien. Una serie de artistas de renombre -de esos que brillan tanto en la alfombra roja como en el escenario, llenan titulares y lideran ránkings- anunció que no asistiría al evento que se realizará este domingo 12, en Los Angeles, ya que dudaban de su diversidad en las nominaciones -misma crítica que recibieron los Oscar el año pasado-. Justin Bieber, nominado a cuatro gramófonos dorados en categorías importantes, dijo que los premios no son "relevantes o representativos, sobre todo en lo que concierne a artistas jóvenes". Luego vino Kanye West, el señor Kardashian, quien primero amenazó con boicotear los Grammys por no tener el disco de Frank Ocean nominado. Ahora está, según medios norteamericanos, tomándose un tiempo más relajado, tras sus problemas de salud. El mencionado Ocean ni siquiera sometió su alabado disco Blonde a la postulación del premio, por tampoco considerarlo un acto relevante.
Así, sumado a que el superventas Drake está de gira, parecía que el premio musical estaba en serio cuestionamiento.
Pero ahora, a días de la versión número 59 de la ceremonia, se han ido de a poco anunciando presentaciones en vivo de los más estelares artistas, uno que otro retorno en gloria y majestad, y homenajes a las estrellas fallecidas en 2016. De bochorno, pasó a megaevento.
De divas a homenajes póstumos
Lo de este domingo será, antes que nada, un desfile de mujeres fuertes de la música. Primero, claro, está Beyoncé, quien no sólo viene a defender su aclamado disco Lemonade, uno de los sucesos del año en cuanto a cultura pop, sino que será su primera presentación en vivo tras hacer explotar las redes sociales al anunciar su embarazo de mellizos en Instagram (ya en 2011, la cantante había bailado y cantando esperando un hijo, en los VMA de 2011). Beyoncé está nominada a mejor álbum del año, y si lo llega a ganar, será la primera mujer de raza negra en recibir este premio en 20 años. La cantante acumula 8 nominaciones más.
El otro gran nombre para el show es Adele, la inglesa que ha dominado los ránkings con su disco 25. Esta presentación será la revancha de la artista, luego de que en la edición del año pasado los problemas de audio y los nervios arruinaran su esperada aparición, después de estar cuatro años fuera de la música.
Y tras su impactante presentación en el medio tiempo del Super Bowl, Lady Gaga dejó en claro que a pesar de que su último disco Joanne no alcanzó el éxito esperado, tiene material de sobra para impresionar en vivo. En los Grammy estará en un dúo impensando -la ceremonia suele emparejar a músicos de distintas corrientes- ya que se presentará de la mano de Metallica. El vocalista James Hetfield se encuentra enfermo por lo que descartó su participación en este show, lo que dejaría a Gaga como voz principal de la agrupación metalera.
Y, además, estará uno de los retornos más esperados a las luces. La última vez que Daft Punk pisó un escenario fue el 2014 en los Grammys, cuando interpretaron un medley junto a Stevie Wonder y Pharrell Williams y venían del éxito mundial del hit Get lucky. Tres años después vuelven a la escena musical, nuevamente en los Grammy, con un dúo junto a The Weeknd, con quien grabaron Starboy y I feel it coming.
Otra novedad este año en la premiación, que animará James Corden, es que por primera vez se nominó a un álbum distribuido por un servicio de streaming, sin un sello que lo respalde: Coloring book de Chance the Rapper. Alabado por la crítica internacional, el rapero se ha convertido en número principal de varios festivales importantes como Bonnaroo y Governors Ball en Nueva York. En esta oportunidad cantará las canciones de su disco que lleva 38 semanas brillando el Billboard 200.
Estarán, también los homenajes póstumos, tras lo que se considera un año negro para la música. Durante la ceremonia se le rendirá tributo a George Michael y Prince, de manera independiente (fuera del clásico segmento con fotos de los fallecidos). Según trascendidos, el encargado del show en honor al intérprete de Purple rain sería Bruno Mars, quien cantaría en compañía de la banda The Time.
La última gran confirmada, junto con estrenar un drástico cambio de look, fue Katy Perry, quien tras un tiempo sin estrenar material podría presentar su nuevo single, Chained to the Rythm.
Esos son los pesos pesados conocidos en todo el mundo, pero el Grammy, siempre extenso, a veces incluso tedioso, incluye a todas las corrientes musicales que premia.
Así que hay varias apariciones musicales más, que incluyen a los ídolos del country Carrie Underwood y Keith Urban, la cantante Alicia Keys junto a la novata Maren Morris, el danés Lukas Graham, los músicos Gary Clark Jr, William Bell, John Legend y más.