El Teatro del Puente fue el primero que encendió la alarma sobre la crisis de las salas independientes. A mediados de 2013, el teatro sobre el río Mapocho anunció su cierre por dificultades económicas. La reacción fue insospechada: se armó una campaña espontánea para salvar el espacio. Finalmente, Freddy Araya y Francisco Ossa -directores del recinto- llegaron a acuerdo con el Consejo de la Cultura y la Municipalidad de Santiago para seguir en funciones.
Si bien el ruido mediático generado entonces no atrajo al público en masa al teatro durante 2014, sí produjo más interés en la gente y un público más al tanto de lo que hace la sala. Así lo evalúa Francisco Ossa: "Acá se cruza el teatro con lo que está pasando en el momento, en la sociedad. Montajes como Taltal o Terreno en venta (en cartelera hasta hace poco) tienen que ver con temas país y con temas del mundo. Y este año no fue la excepción".
"Nuestra línea editorial, por llamarla así, es darles espacio a compañías emergentes que están buscando nuevos lenguajes. Somos parte fundamental de la cadena alimenticia de los teatros en Santiago", agrega el director.
Prueba de ello, son los 10 mil asistentes que llegaron a la sala en esta temporada; las 14 obras que pasaron por ella, y la apertura del martes como día hábil en la cartelera teatral, pues El Puente abre sus puertas de martes a domingo.
El teatro iniciará ahora su temporada 2015 con siete montajes. Cuatro piezas invitadas personalmente por los directores: Amansadura, Ye Katherina, Safari para divorciadas y Delirio. Y tres que llegan de la mano del Festival Santiago a Mil: Petróleo, Infantes y María Teresa y Danilo.
De amor y humor
Amansadura, escrita y dirigida por Pablo Manzi, abre los fuegos el viernes 2 de enero. Bajo un título que hace referencia al domaje de los caballos, al amansarlos, pone en jaque dos ideales: el estatus y la democracia. Se trata de un consejo de vecinos del sur de Chile que discuten y defienden los derechos cívicos por sobre la barbarie o las pulsiones más animales. Para Manzi: "La democracia y su idea de 'ciudadano' muestra un sistema que está fundado en la exclusión, como es el caso de los emigrantes. Y nos hace ver amable esta forma de vida".
La preocupación social también está presente en Ye Katherina (nombre de una bailarina de ballet de la ex U.R.S.S radicada en Argentina), la historia de una mujer que no puede avanzar, pues la herida abierta de la Rusia dictatorial no la deja. Escrita por Macarena Losada y dirigida por Felipe Rubio, la obra debe resolver ese vaivén en la vida de la bailarina y si podrá o no montar una representación con las alumnas de una pequeña escuela de danza de la ciudad.
Delirio, dirigida por Heidrun María Breier, y Safari para divorciadas, de Los Contadores Auditores, hablan de amor, exitismo, redes sociales y humor. Mientras la primera revisa las relaciones amorosas modernas en las actuales sociedades multimediales. La segunda -el cuarto estreno de la compañía en el Teatro del Puente- es una comedia negra que muestra el viaje a Africa de un grupo de mujeres de clase alta. Viaje que se convierte en una extraña terapia post divorcio.
"Son mujeres cruzadas por el amor, por problemas financieros, por problemas sexuales. Una sátira de cómo se nos vende la figura de la mujer en la cultura capitalista y posmoderna de hoy", detalla Juan Andrés Rivera, miembro de Los Contadores Auditores.
Santiago a Mil
De todos los montajes del festival anual que organiza Fitam, tres tomarán lugar en este escenario. El primero es Petróleo, el 9 de enero, con Camila Hirane y la dirección de Magdalena Armstrong. Una historia de codicia que relata la búsqueda obsesiva de petróleo. Pero ya son tres años sin dar con nada, y Eva (Hirane) inicia un viaje hacia su interior. Uno irreversible que conlleva frustración, explotación y traiciones.
La discusión en torno a la educación llegará en los dos montajes restantes: María Teresa y Danilo (16 al 18) e Infantes (13 al 15). María Teresa es una profesora que lleva 15 años ejerciendo la Pedagogía y aún así, tiene problemas de dinero para educar a su hijo. Infantes, por su parte, inicia en situación de urgencia: tres apoderados de un jardín infantil son convocados por la educadora. Los hechos son horrorosos y tanto sus niños de cinco años como los padres deben enfrentar los problemas.